martes, 23 de diciembre de 2014

Velos Desiertos

Rayaba el sol con un crayón de cera azul... "el sol es de fuego, por eso tiene azul".
Cantaba horrible, como una uña arañando el pizarrón.
Bebía con detenimiento, a menos que quisiera llorar.
Comía con deleite, cocinaba con amor.
El café le sabía mal, a menos que fuera una lágrima.
La casa se nublaba con el humo.
Las flores la seducen, el tiempo la engaña, el agua no sabe más que a lluvia, 
por la mañana.
Y se caen las dudas, se desvisten las horas, se moja el olvido.
Se arraciman las esperas, se divierten los sueños, se gasta el pesar.
Cambian los días, las sonrisas, los chistes, las canciones, los árboles que se llenan de flores,
el maullido del gato, el tiempo del piano, las voces, los anhelos,
extraños que se extrañan,
velos desiertos.

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