miércoles, 19 de septiembre de 2007

DE RUPTURAS Y ANA KARENINA

Esta semana, por una de esas cosas de la vida, me encontré de madrugada haciendo zapping desesperadamente. Y es que el maldito insomnio me impedía no solo descansar, sino también relajarme. Curiosamente, dicho de la manera más irónica posible, en la tele no había nada. Bueno, no es que no había nada, es que nada de los que había conseguía seducirme. Fue así que empecé a pasar por los canales "que nunca miro". Y ¡OH SORPRESA! me encontré zambullida velozmente en una historia que siempre me apasionó y que ya tiene sus buenos años. Sí, en la tele estaban pasando "Ana Karenina". La película de MGM del año 1945. ¿La protagonista? Nada más ni nada menos que Greta Garbo!
Como muchos recordarán, la historia es la de una mujer de sociedad de Rusia, casada con el General Oblonsky con el que tiene un hijo Sergei (de unos 9 años). Ella cree firmemente en el sacramento del matrimonio, incluso en la primera parte convence a su hermana de no abandonar a su esposo quien había sido "pescado" en una infidelidad. El problema comienza a surgir cuando Ana descubre en su marido a un ser déspota, egoísta, indiferente, hipócrita y quizás un tanto violento (aunque siempre guardando las formas).Sumergida en el aburrimiento de su matrimonio y el temor hacia su cónyuge conoce al Capitán Vronsky. Se enamoran y comienzan una prohibida historia de amor. Cuando los rumores se suceden ambos son presionados por la sociedad y Ana, además, por su esposo. Al recibir la negativa de él de llevar a cabo un divorcio, obtiene dos salidas: Dejar de ver al capitán Vronsky y permanecer leal a su esposo sometiéndose a las normas de etiqueta. O dejarlo todo y exiliarse con él en el extranjero, viviendo así su amor libremente y sin poner en ridículo al General. Claro que esta segunda opción, implicaba alejarse para siempre de su hijo, situación que realmente afecta a Ana. En principio intenta alejarse del Capitán Vronsky (su amor) y permanecer junto a Sergei (su hijo). Pero tiempo después no soporta la distancia con su amante y ambos se exilian en Europa durante un tiempo. Su marido le dice a su hijo que su madre ha muerto, la amenaza para que nunca más se le acerque y simultáneamente su amante plantea su necesidad de regresar a Rusia.
Todo se sucede de pronto, quieren exponerse socialmente lo cual es un absoluto fracaso. Ese amor prohibido no puede ser aceptado por la hipócrita sociedad de la época y son marginados por todos sus pares. Ana intenta en medio del dolor volver a ver a Sergei, y lo consigue, hasta que su marido se entera y le impide regresar. A todo esto, su amante comienza a concientizarse del calvario social que padece solo por estar con ella y decide regresar al regimiento e irse a pelear a la guerra, no sin antes lastimarla, humillarla y dejarla en el más terrible ostracismo social. El final es triste. Ella lo ve irse, despedido por su madre y una nueva "pretendiente" y después de horas (que ella no ve pasar) en la estación, decide acabar con su vida en las vías del tren.
Durante la película, o al menos al principio, no podía dejar de pensar en el asombroso parecido de Greta Garbo con una actríz contemporánea: Kirsten Dunst (salvando la diferencia de edad).

Pero después de un rato y a pesar de estar sumida en estos pensamientos del parecido físico que se sucede entre las personas más allá de las generaciones y la genética (de que podría existir alguien parecido a mi en alguna otra parte del mundo o en otro momento de la historia), me puse a pensar en algo un tanto más realista, pero no menos preocupante (JEJE).
Y claro, tiene que ver con la actualidad de la historia. Más allá del Santo Sacramento del Matrimonio, hablo del Sacrilegio del Divorcio. No voy a entrar en el tema de la infidelidad (al menos por ahora) por la sencilla razón de que me sulfura facilmente. Solo diré que la aborrezco. Pero esto va más lejos aún. Ana no quiso serle infiel a su esposo (aunque lo fue) sino que intentó blanquear la situación con Vronsky pidiéndole el divorcio. La negativa de él (de su marido) y sus amenazas fueron las responsables de ir volcándola irremediablemente en el adulterio. Y siguiendo esa línea, un poco azorada pude vislumbrar, cuán vigente están este tipo de situaciones. Es increíble pensar que Tolstoi escribió esta novela en el 1800.
No dejo de pensar en las mil veces que ante una ruptura inminente he escuchado a amigas manifestar que sus maridos (que más adelante devendrán en ex's) las han amenazado. Claro, el dinero y los hijos son el tópico por excelencia. Que si les "van a sacar el hijo", que si no les van a pasar "ni un mango", que si "mejor olvidate de la cómoda vida que llevás"... y si es por otro hombre, los epítetos injuriantes van en aumento.
Dentro de las mujeres víctimas hay un alto porcentaje que se ve sola en la crianza de sus niños y sin aportes (ni de tiempo, ni de dinero) por parte de sus ex's.
Lamentablemente también tengo que reconocer, que sé de mujeres que hacen esto también... y muchas veces peor, ya que casi siempre los niños pasan más tiempo con la madre que con el padre cuando se lleva a cabo el divorcio.
Es así que hablan a sus hijos mal de sus padres, buscan excusas absurdas para impedir que los vean, siembran la discordia entre sus ex's y sus actuales parejas y muchas de ellas, consiguen exprimirles hasta el último peso de su sueldo.
No sé si no será exagerado decir que en estos tiempos, situaciones de esta magnitud empujan a muchos de los involucrados a ansiar la muerte, pero sí puedo afirmar que las depresiones están a la orden del día.
Y, aunque muchas veces las amenazas no surten el efecto deseado, los "abandonados" suelen torturar emocionalmente a sus parejas durante mucho tiempo. Y así se suceden los "si te vas me mato", "no sé como voy a vivir sin vos", "que van a pensar los chicos" y millones de frases del más fino chantaje sentimental que podamos imaginarnos. Incluso, en algunas oportunidades consiguen que sus parejas se queden mucho más tiempo del recomendable volviendo la relación una auténtica "Guerra de los Roses".
Algunas de estas características también pueden verse en los noviazgos, pero por fortuna suelen no involucrar a niños inocentes, ni mayores responsabilidades o compromisos. Lo cierto, es que aún así, son parejas patológicas de las que cuesta "un perú" desprenderse.
Insospechablemente verídico y actual en una película de hace dos siglos, no? En fin, después de tantas "elucubraciones serias" y sino "alunadas", al menos "lunáticas", les dejo una tira de Maitena, que también trata sobre este tema, pero con la idea de hacernos reir.

7 comentarios:

Chechu, la del viejo San Telmo dijo...

Amor, hijo. amante, adulterio, infidelidad, divorcio llamémosle "complicado" Uff... Tantas historias dando vueltas, tantos corazones recomponiéndose, tantas vidas reacomodándose...
Creo que has detallado perfectamente muchas situaciones y sólo agrego la necesaria comunicación clara, objetiva y siempre sincera con los chicos, como forma de protección ante una situación que ellos no desean... y bregar por una buena relación entre los ex-conyuges(de ser posible)
Ahh, entre nos, si sabés donde se consigue el "perú" avisame...je
Un besito

Anónimo dijo...

terrible llegar a esa situación, y los únicos que realmente la sufren de verdad son los hijos. Por eso yo, después que nacieron mis dos hijas me di cuenta que mi vida ya no era mía, sinó de ellas y jamás haría algo que las lastime, hasta ahora safé y a esta altura creo que el potro salvaje ya prefiere quedarse tranquilo en el corral.....
saludos...

Guillermo Paniaga dijo...

lobo en parte tiene razón, pero la verdad verdadera, es la vida de uno es de uno; igual está claro que por pensar con la entrepierna (feminina o masculina) o con el bolsillo o con el orgullo, los que cagan son los hijos. Ana Karenina... ni el amor más grande hacia cualquier otra persona debería dejar atrás el amor hacia los hijos o las responsabilidad que representan... Por eso en parte estoy de acuerdo con lobo; sin embargo, y también por nuestros hijos, la vida de un padre debe ser su propia vida, y no sólo la vida de padre. Esto nada que ver: no sé si soy un buen padre, pero mi papá es un grande!

chinoss dijo...

Lo unico finalmente sincero es lo que te sale del corazon. cuando estas parado frente a esa person, personita que te dice. Papá, Amor te quiero o te amo.
El resto lo vas aprendiendo mientras vas haciendo.
Nadie nos ha enseñado a ser buenos en todo, solo podemos intentar ser coherentes con lo que pensamos y actuar en base a nuestras ideas.
Solo la verdad nos hara libres
Saludos

→FAIRY ♥ KAMI← ® dijo...

Chechu, totalmente de acuerdo con vos. Una buena comunicación es fundamental. La relación de ex's... complicada. Pero bueno, por ahí hay que "comerse" las palabras por el bien de los pekes. JE! por cierto... perú se donde queda pero no dónde conseguirme(te) uno. Besitos a millones. Sos una dulce total nena!

Lobo: Hola! Pensé que ya me habías olvidado! Que lindo verte! La verdad es que tenés razón, siempre los perjudicados son los chicos. Pero también pienso que si un día se deja de amar o se ama a otra persona, uno no puede resignarse "por" los hijos. Sabés porqué? No por egoísmo, sino por el ejemplo. Que les enseñamos a los chicos? A resignar el amor y lo que quieren? Uno no quiere eso para sus hijos. Bah, no es que lo diga por mi vasta experiencia como madre, porque no lo soy. Pero creo que quisiera hijos felices, que peleen por lo que creen y quieren. No hijos resignados, frustrados o algo así.
Lo que sí creo firmemente es que antes de llegar a ese lugar, al punto de separación, uno tiene que gastar todas las municiones para intentar no perder lo que haya habido con esa persona que es la madre/padre de tus hijos. Recordar que te enamoró, todos los momentos compartidos y renovar el amor!

Guille: Estoy de acuerdo con vos, como decía no creo que esté bueno resignarse la oportunidad de volver a ser feliz. Tu viejo un grande, y vos también. Me encanta cuando te leo con tu nena en tu blog. Se ve que tienen una muy bonita relación. Siento mucho lo de tu papi. Miles de besos vecinito... y cualquier cosa, ya sabés donde encontrarme!

Chinoss:Bienvenido!!! Sabés??? Creo que esa es la mejor receta, sino para hacer las cosas perfectas, al menos para uno sentirse bien consigo mismo. Cuando las cosas salen del corazón, acertadas o erradas uno no suele sentir arrepentimiento, culpa o frustración. Cuando uno hace las cosas para que le salgan lo mejor posible y para no lastimar a nadie, duerme con la conciencia tranquila. Lo demás es parte de la vida. Probar, equivocarse, aprender, rehacer, reintentar. Todo nos hace lo que somos y seremos. Un beso!

Anónimo dijo...

Cherry bonita, te quedás corta.
La mujer despechada es la asesina mas grande del universo, que no puede dar amor nisiquiera a sus propios hijos, porque está llena de odio, rencor y venganza.
Aunque el que traiciona, (infidelidad), no merece ni ser odiado.

Que tema...doloroso.
Hago un mix entre Guille y Lobo.

Ana Karenina... ni el amor más grande hacia cualquier otra persona debería dejar atrás el amor hacia los hijos, esto con el permiso de guille lo hago mio también, si el precio para estar al lado del gran amor de mi vida es dejar de ver a mis hijos, NO LO PAGO!
Aquí entra lo del Lobo, una vez que tenés hijos, tu vida se la regalas a ellos.

Sin embargo, no renunciaria a una vida plena y feliz, de alguna manera buscaría la forma,una vez crecidos mis hijos y ya sin necesitarme, recién ahí pensaría en mí.

Las ex "no dan tregua jamás" su único objetivo es destruir al ex marido y a su nueva pareja.
Yo soy ex también y sin embargo voy a diferenciarme, no me haré la gran amiga de la novia de mi ex marido, pero te aseguro que jamás pondría palos en la rueda!

De ambos lados de "ex" hay excepciones, por supuesto, pero desgraciadamente no es la mayoría y los únicos que sufren son los chicos.

Cariños
India

Chechu, la del viejo San Telmo dijo...

Claro que, tal como dice India, hay ex-cepciones...
También creo que los hijos (al menos lo es el mio para mi) están primero, pero creo que mi vida tiene que ser mía, de otra manera sería "demasiada carga" para él... no sé si se entiende. Creo que es importante y hasta sano, para todos, una mamá o un papá que muestra a sus hijos una vocación de vivir, de buscar ser feliz... lejos de resignarse (siempre y cuando esten "felizmente incluidos", obvio).
Mi viejo, por ejemplo, quedó viudo, con dos pequeñas... puedo asegurar que sus hijas fuimos y somos lo más importante,y que además de hacerse "amo de casa" en un principio, también nos enseñó mucho al volver a formar una familia... son situaciones... tal vez distintas... También he visto "abandonos" dentro de un hogar con mamá y papá, a pesar de estar (físicamente)...
Un beso.