PARA MIS LECTORES

Hoy hablé con mi amiga Laura. Me contó una excelente noticia. Una noticia que hacía mucho tiempo veníamos esperando, aún cuando solo la atañe a ella. Por supuesto, es una noticia de índole sentimental. Cuando terminamos de hablar, creo que estábamos las dos radiantes de felicidad. Era como si un rayito de sol se hubiera colado por la rendijita de nuestras vidas.
Laura es una persona maravillosa que se merece ser increíblemente felíz en su vida. Como yo, tuvo una historia un poco complicada y siempre que parece que el destino le va a dar un respirito, se le aparece una nueva. Así que imaginensé lo felices que nos pusimos con una buena nueva!!!
Y sí, esto es la amistad, el amor, el cariño... salirse un poco de la realidad (más o menos) dura que nos toca a cada uno, para zambullirse en un momento de gozo y alegría cuando nos enteramos que a alguien que amamos le pasan cosas lindas. Es dejar de lado nuestros propios problemas para compartir el milagro de la felicidad ajena.
Hoy este pequeño hecho se abrió paso entre mis tinieblas personales para hacer un poquito de luz de la mano de la buena noticia de Lau. Ella se lo merece, se lo merece todo... y ya era hora de que la vida le diera un momento de paz, de sosiego, de dicha pura y espiritual. Un oásis dónde descansar sus penas y dificultades, un paño de agua fresca y cristalina para su corazón.
Dios mediante, le deseo que esta felicidad le dure mucho tiempo. Ahora, ustedes se preguntarán porqué tengo que postear algo que "aparentemente" no les incumbe y está más relacionado al ámbito privado de mi vida. Pues para mí es muy simple: Porque también disfruto sabiéndolos bien a ustedes. Felices, gozosos, con ganas de vivir y millones de proyectos. Porque ustedes, quienes me leen, tienen un lugar en mi vida, saben de mis felicidades, mis tristezas, mis dudas, mis miedos. Porque de alguna manera extraña, cibernética, a la distancia, sus corazones se acercan al mío cada vez que me leen y cada vez que me cuentan algo.
Entonces, me dí cuenta que todo lo que le dije a mi amiga Lau cuando hablamos, quizás nunca se los escribí a ustedes. Caí en la cuenta de lo importante que me resultaba que lo supieran: ¡Me hace muy feliz su felicidad, amigos! Gracias por compartirla conmigo, gracias por dejarme ser un par de ojos dónde volcamos (ustedes y yo) nuestras frustraciones, enojos, penas, alegrías, descubrimientos, proyectos y sueños!
Y sepan que aún cuando mi vida transite caminos complejos, su felicidad trae luz a mis días.

Un caluroso abrazo!