
- ...
- Digo, si me dejás pasar...
Como mejor pude me sacudí la pereza y somnolencia de un martes a las 10 de la mañana.
Me hice a un lado y la dejé pasar, mientras, la veía irse. Definitivamente no era una buena idea mirarla así, pero era lo más parecido a comenzar a despertarme sin dejar de soñar. La vi irse y regresar unas tres veces. La espié por delante y por detrás.
Ella no lo sabía, pero su olor a mujer se esparcía por la oficina impregnándolo todo. Ese sutil aroma, casi imperceptible, a alcohol y sexo. Ese aroma dulcemente ácido que despide la piel de una mujer excitada. Sibila no lo sabía, pero lo emanaba constantemente. Y no es que estuviera en celo, no, yo lo sabía. Ella era una sirena urbana cuya misión es entorpecerle los sentidos a cuánto hombre se la cruzara. Y ellos, mucho menos perceptivos, no entendían esa locura que despertaban sus curvas, la desesperación de acompañar esa cadencia suya al moverse, similar a la de una pantera negra. Peligrosa, seductora, elegante, letal. Pero yo sabía que era su olor. Lo primero que nos enloquecía era el aroma cítrico de su piel. Tal vez esa blusa de seda que se deslizaba por sus hombros, acomodándose en sus clavículas, descansando sobre sus pechos, también cumpliera un papel importante. Era imposible no clavar la mirada en sus tetas cuando la blanca prenda se rozaba con el sol y destellaba. Sibila era una mujer.
Sencilla en su forma de comportarse y moverse, sensual en su forma de expresarse y acodarse en el escritorio, exótica en sus perfumes, delicada en el maquillaje y las facciones, sexual en su forma de mirar. Toda ella era sexual, erótica, ardiente. Pero no parecía una actríz porno o una vedette, no. Era una mujer. Y esa mujer, me volvía loco. A mí y a todo el mundo. Sin que pudiéramos precisarlo demasiado bien, nos tenía a todos comiendo de su mano. Pero, a ella no le importaba, es más, parecía no darse cuenta.
Y eso, nos ponía peor.
- Santiago, disculpame, esta planilla que acaba de llegar...
Puse mi mejor pose de amigo - compañero - seguro de sí mismo - hombre, que no va a saltarle al cuello al menor indicio. Pero quería, sí quería, saltarle al cuello y llenárselo de pequeños mordiscos, de besos que la hagan estremecerse, quería arrinconarla contra una pared y ponerle mi cadera sobre su sexo, hacer presión y excitarla. Quería sentirla restregarse contra mí gimiendo, quería sus manos ansiosas sacándome la camisa del pantalón, quería sus uñas clavadas en mi espalda...
Ella me hablaba con una sonrisa en sus labios, la mirada clara y límpida. Y, como sin querer, su brazo rozó mi pecho mientras buscaba frente a mí, en el escritorio, una lapicera. Y todo a la vez se precipitó, su brazo rozándome, una brisa que entró por la ventana... y todo mi ser se estremeció de deseo y desenfreno.
La miré buscando un indicio de que se había dado cuenta, pero no había nada en su gesto que pudiera ser interpretado como asco o sorpresa. Yo todavía temblaba, reprimiendo el impulso de besarla, de poner mis manos por todo su cuerpo, de hacerla sentir mi boca en sus lugares más obsenos. Con todas las fuerzas que mi voluntad me permitió, cerré los ojos, para no verla acercarse a mí envuelta en un camisolín blanco transparente con corpiño de encaje, con esa mirada que tan solo un momento antes me estaba dedicando.
Cerré los ojos y ella me preguntó si me dolía la cabeza. Quise responderle seriamente, pero se me escapó una risa. Una risa que pudo ser nerviosa, pero retumbó en mis oídos como sarcasmo. Sibila se incorporó y me observó con los brazos en jarra. Ahora sí su mirada hacía preguntas. Y no pude evitar un temblor, y otro. No fuí capaz de ocultar el deseo que imaginaba en mis pupilas. No quise, dejar de erguirme yo también en mi asiento y mirarla fijamente.
Poco a poco su cara se tornó en sorpresa, y algo así como miedo.
Ver el temor en sus ojos, me excitó aún más profundamente, cuando creía que eso era imposible. Era un momento cargado de erotismo y sensualidad, de tensión y calma. La calma que precede a la tormenta. Toda la lujuria de mi cuerpo me tensó como si de la cuerda de un piano se tratase. Había electricidad en el aire y yo no dejaba de mirarla. Habrían transcurrido apenas 30 segundos.
Deslicé mis ojos hasta sus pechos, su cintura, sus caderas... y volví a detenerme en sus ojos. Tenía la mirada acuosa y el aroma de su cuerpo aumentaba, a cada segundo se volvía más y más palpable.
En tres pasos estaba frente a ella, una de mis manos en su cintura y la otra sosteniéndole fuertemente el cuello. Mi boca se apegó a la suya hambrienta, mi lengua la exploraba sedienta. Su cuerpo ahora temblaba junto al mío. Intentó safarse del abrazo y la atraje aún más contra mí. Sibila se rindió al beso y yo bajé mi mano hasta su culo. Comenzamos a pegarnos a la pared y todo se tornó borroso, desdibujado, animal. Sibila se derretía entre mis manos, tal como la imaginé siempre, se convirtió en arcilla, pero no era barro, era oro. Refulgía, brillaba, entre mis manos. Su respiración entrecortada se alternaba en quejidos, suspiros y gemidos. Sus tetas acariciaban mi pecho y me sacaban de quicio. Me hacía perder la razón, y lo disfrutaba. Forcejeó un poco para soltarse, y la dejé... sus manos agarraron mi camisa y la abrieron haciendo saltar todos los botones.
Me desconcertó su fuerza, me destruyó su desasosiego, fue un mazazo en lo más recóndito de mi ser. Su lujuria era igual a la mía, se fundían en un fuego que solo acabaría encontrándose el uno al otro. Nunca antes una mujer me había excitado de esa manera, nunca antes una mujer me había tocado como lo estaba haciendo ella. Se había compenetrado con mis movimientos y éramos uno solo.
En ese momento la amé. Un sentimiento intenso de amor llenó mi cuerpo y me empujó más sobre el suyo. La sentí desabrocharme el pantalón y poner mi pene en su boca. La suave tersura de sus labios, el calor lascivo de su aliento, la húmeda sensación de su boca. Impúdica, desvergonzada, adorada mía.
Me hacía sufrir, me estaba cobrando algo, apenas podía contenerme y ella me llevaba del placer al más punzante sufrimiento. Apoyé mi cabeza un segundo contra la pared fría y firme. Un segundo.
La obligué a levantarse agarrándola brúscamente de los hombros y por primera vez le susuré su nombre, pero más que un susurro era una súplica, un ruego, un acto de sumisión y entrega:
Ella me hablaba con una sonrisa en sus labios, la mirada clara y límpida. Y, como sin querer, su brazo rozó mi pecho mientras buscaba frente a mí, en el escritorio, una lapicera. Y todo a la vez se precipitó, su brazo rozándome, una brisa que entró por la ventana... y todo mi ser se estremeció de deseo y desenfreno.
La miré buscando un indicio de que se había dado cuenta, pero no había nada en su gesto que pudiera ser interpretado como asco o sorpresa. Yo todavía temblaba, reprimiendo el impulso de besarla, de poner mis manos por todo su cuerpo, de hacerla sentir mi boca en sus lugares más obsenos. Con todas las fuerzas que mi voluntad me permitió, cerré los ojos, para no verla acercarse a mí envuelta en un camisolín blanco transparente con corpiño de encaje, con esa mirada que tan solo un momento antes me estaba dedicando.
Cerré los ojos y ella me preguntó si me dolía la cabeza. Quise responderle seriamente, pero se me escapó una risa. Una risa que pudo ser nerviosa, pero retumbó en mis oídos como sarcasmo. Sibila se incorporó y me observó con los brazos en jarra. Ahora sí su mirada hacía preguntas. Y no pude evitar un temblor, y otro. No fuí capaz de ocultar el deseo que imaginaba en mis pupilas. No quise, dejar de erguirme yo también en mi asiento y mirarla fijamente.
Poco a poco su cara se tornó en sorpresa, y algo así como miedo.
Ver el temor en sus ojos, me excitó aún más profundamente, cuando creía que eso era imposible. Era un momento cargado de erotismo y sensualidad, de tensión y calma. La calma que precede a la tormenta. Toda la lujuria de mi cuerpo me tensó como si de la cuerda de un piano se tratase. Había electricidad en el aire y yo no dejaba de mirarla. Habrían transcurrido apenas 30 segundos.
Deslicé mis ojos hasta sus pechos, su cintura, sus caderas... y volví a detenerme en sus ojos. Tenía la mirada acuosa y el aroma de su cuerpo aumentaba, a cada segundo se volvía más y más palpable.
En tres pasos estaba frente a ella, una de mis manos en su cintura y la otra sosteniéndole fuertemente el cuello. Mi boca se apegó a la suya hambrienta, mi lengua la exploraba sedienta. Su cuerpo ahora temblaba junto al mío. Intentó safarse del abrazo y la atraje aún más contra mí. Sibila se rindió al beso y yo bajé mi mano hasta su culo. Comenzamos a pegarnos a la pared y todo se tornó borroso, desdibujado, animal. Sibila se derretía entre mis manos, tal como la imaginé siempre, se convirtió en arcilla, pero no era barro, era oro. Refulgía, brillaba, entre mis manos. Su respiración entrecortada se alternaba en quejidos, suspiros y gemidos. Sus tetas acariciaban mi pecho y me sacaban de quicio. Me hacía perder la razón, y lo disfrutaba. Forcejeó un poco para soltarse, y la dejé... sus manos agarraron mi camisa y la abrieron haciendo saltar todos los botones.
Me desconcertó su fuerza, me destruyó su desasosiego, fue un mazazo en lo más recóndito de mi ser. Su lujuria era igual a la mía, se fundían en un fuego que solo acabaría encontrándose el uno al otro. Nunca antes una mujer me había excitado de esa manera, nunca antes una mujer me había tocado como lo estaba haciendo ella. Se había compenetrado con mis movimientos y éramos uno solo.
En ese momento la amé. Un sentimiento intenso de amor llenó mi cuerpo y me empujó más sobre el suyo. La sentí desabrocharme el pantalón y poner mi pene en su boca. La suave tersura de sus labios, el calor lascivo de su aliento, la húmeda sensación de su boca. Impúdica, desvergonzada, adorada mía.
Me hacía sufrir, me estaba cobrando algo, apenas podía contenerme y ella me llevaba del placer al más punzante sufrimiento. Apoyé mi cabeza un segundo contra la pared fría y firme. Un segundo.
La obligué a levantarse agarrándola brúscamente de los hombros y por primera vez le susuré su nombre, pero más que un susurro era una súplica, un ruego, un acto de sumisión y entrega:
- Sibila...
Y ella me arrinconó esta vez contra la pared, besándome y tocándome. Su figura se enrredaba entre mis dedos, su rostro era una máscara voluptuosa de goce. Su respiración hacía estragos en mi deseo. La intuí tomando el cuello de mi camisa y me arrastró hasta la alfombra. Sus labios me quemaban el cuello, el pecho, el vientre... y sus manos azuzaban mi furia.
No pude más. Me puse encima de ella y la cubrí con mi cuerpo, la besé hasta que su piel y la mía al separarse no notaban nada. Acaricié sus tetas, sentí el terciopelo hirviente de su piel, los besé, mordí sus pezones delicadamente, los ví erectos y provocativos.
Ella tenía los labios hinchados y rosados, licenciosos.
Mi boca no fue diplomática y asalté su vagina con mi lengua, sus primeros espasmos consiguieron que perdiera el sentido. Mis dedos jugaban con su clítoris mientras mi boca lo perseguía y succionaba con infinito cuidado. Sibila temblaba descontroladamente y me tiraba del pelo. Mi cuerpo entero era una brasa ardiente que dolía, quemaba, se retorcía.
Cuando sus músculos se tensaron en un sobresalto involuntario, entré en ella sin miramientos y a embestirla una y otra vez. Sibila se acopló al ritmo de la música que estábamos tocando, se dejó ir en esa marea de sensaciones.
Yo ya no pensaba, ella tampoco.
Nuestras mentes se habían anulado y solo nos gobernaba el instinto. Llegamos al clímax casi simultaneamente, la sentí caer rendida y ausente bajo mi cuerpo y pude abandonarme en la caída.
El mundo se había desintegrado en el mismo embudo sin tiempo. No se oía ningún sonido, apenas, las últimas chispitas de electricidad en el aire.
Media hora más tarde, cerraba la oficina vacía y sin vida, que horas antes se había convertido en las arenas de un circo romano.
Donde una leona, acaba de comerse mi corazón.
No pude más. Me puse encima de ella y la cubrí con mi cuerpo, la besé hasta que su piel y la mía al separarse no notaban nada. Acaricié sus tetas, sentí el terciopelo hirviente de su piel, los besé, mordí sus pezones delicadamente, los ví erectos y provocativos.
Ella tenía los labios hinchados y rosados, licenciosos.
Mi boca no fue diplomática y asalté su vagina con mi lengua, sus primeros espasmos consiguieron que perdiera el sentido. Mis dedos jugaban con su clítoris mientras mi boca lo perseguía y succionaba con infinito cuidado. Sibila temblaba descontroladamente y me tiraba del pelo. Mi cuerpo entero era una brasa ardiente que dolía, quemaba, se retorcía.
Cuando sus músculos se tensaron en un sobresalto involuntario, entré en ella sin miramientos y a embestirla una y otra vez. Sibila se acopló al ritmo de la música que estábamos tocando, se dejó ir en esa marea de sensaciones.
Yo ya no pensaba, ella tampoco.
Nuestras mentes se habían anulado y solo nos gobernaba el instinto. Llegamos al clímax casi simultaneamente, la sentí caer rendida y ausente bajo mi cuerpo y pude abandonarme en la caída.
El mundo se había desintegrado en el mismo embudo sin tiempo. No se oía ningún sonido, apenas, las últimas chispitas de electricidad en el aire.
Media hora más tarde, cerraba la oficina vacía y sin vida, que horas antes se había convertido en las arenas de un circo romano.
Donde una leona, acaba de comerse mi corazón.
- Santiago...
- Sí, Sibila?
Su mirada hablaba de una promesa, sus labios eran el refugio del fuego, su pecho se irguió erótico frente a mí, todo su cuerpo eran las mismísimas llamas del infierno, la tortura de la almas condenadas, el silencio lacerante del abismo.
- Tenés algún plan a la salida?
- Ahora sí.
Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia, tanto la historia como sus personajes pertenecen a la ficción. Texto original ideado, escrito y publicado por la autora bajo el seudónimo de "Acid Cherry" en el día de la fecha, Martes 22 de Abril de 2008.
¿Hablamos de erotismo, sensualidad, fantasías y sexo?
60 comentarios:
Aguantenme un seg. que voy a respirar y vuelvo...
EH! Zeta, no se nos vaya, que justo estábamos por sentarnos a la luz de las velas a contarnos intimidades...
(Zeta... se lo ve un poco... turbado... jeje)
¡No se nos ponga tímido de golpe!
No hay luces. Sólo unas cuantas velas encendidas, como ud. pidió cherry, y la llama del quemador donde arde un poco de aceite de sándalo. El champán ya debe estar frío. No le voy a contar qué música estamos escuchando. Voy a volver a leer su post, y después, tal vez, le cuento una historia.
(...supongo que igual que siempre, cherry, o no?)
¡ Que bárbaro!
Y quien se pone a comentar ahora,¿Que?...
Yo como Z me voy a reponer y refrescar un rato...
¡ Que bárbaro!
Salud
Ah! ZETA que buena forma de recrear un espacio que tiene usted!
Si, si, tiene que ser un lugar acogedor, donde todos nos sintamos capaces de hablar sin tabúes ni melindreses...!!!
Me gusta mucho!
A ver si se nos anima con la historia... porque me parece que los demás caballeros se han llamado a silencio...
Curioso, justo los hombres, que se mirotean una playboy de punta a punta, se asustan por hablar un poco de sexo... mire como han desertado!!!
(que pie que me dejó, Zeta... eso no se hace...!!! pero me voy a portar como una Lady porque sino termino de echar a todos los comentaristas!)
GENÍN: No!!! Usted también huye?! ahhhh por dios, adonde vamos a parar, adonde vamossss a pararrrrr!!!
jajajajaja
Bueh, refresquensé y a ver si mañana vuelven más atrevidos...!!!
(ajam, veo que no se le escapa nada... jeee)
(Zeta... era muy evidente... chiste fácil al alcance de la mano)
No les puedo explicar el sueño que tengo!!!
No se amilane, querida Cherry. Yo se lo comento. Porque aunque sea un cachorrito mimoso, soy un cachorrito mimoso transgresor. :-)
Es curioso, primero que nada, que una mujer escriba una historia erótica desde el punto de vista de un hombre.
Cuando dice lo de poner la boca en los lugares mas obcenos de ella, está hablando de cunilingus, verdad? Ud. que opina, ¿es un gusto infrecuente?
Me parece curioso que toda la pasión se derramara adentro, por así decirlo, que no explotara tocando y salpicando otros sitios más diurnos, escurriendose por sitios que también merecen su rociada de amor. No se si me explico.
Hay un relato erótico en ficcionrara, La maniobra, de marzo o febrero. Es un poco diferente, pero creo que entra en la categoría. Si no lo leyó, quizá le interese leerlo y contarme que opina. Está advertida que es un poco explícito en el vocabulario.
Ey cherry! a mi me hizo fantasear, y creo que fue porque es desde el punto de vista femenino, no se, como decía sokon, aunque la descripción la haga un hombre, me parece bien femenina la historia (ojo, a mi me gusta) pero no se si un hombre lo describiría igual, por el hecho de ser seductor, el tocar mucho, sexo oral para ambos, después lo que truje, etc, creo que es mas fantasía femenina todo eso.. pero bueno estoy generalizando.
En conclusión: me encanto el relato :).
un saludito
SOKON: Creo que su cuento es "La Maniobra", no?
Me gustó, también me gustó "200 Perfumes".
Sobretodo, me alucinó el final, el "era todas las morochas..."
Y sobre éste relato, sí, una de las cosas que intenté hacer era eso, escribir desde el punto de vista de un hombre. Ya lo hice antes, pero era otro tipo de cuento, de los primeros que escribí:
OPORTUNIDADES
Y quería también escribir algo erótico, no me atrevo aún al erotismo explícito, pero por algún lado se empieza. Frases como "su enhiesta verga", me cuestan. Además, no sé los lectores de mi blog como se lo tomarían... JEJE
Cuando hablo de su boca en sus lugares más obsenos, me refiero al cunnilingus, pero podría ser también the black kiss, porqué no?
No creo que sea un gusto infrecuente, al contrario, creo que es más bien MUY frecuente. Es eso "UN GUSTO" :-D
La pasión explotó dentro, porque podría haber explotado en cualquier lugar, pero imaginaba a mis lectores con un síncope. De hecho si lo mira bien, no hay líquidos en el relato, no hay semen, ni leche, ni ella estaba mojada, aunque cabe suponerlo!
Podría haber "chupado sus jugos", pero... creo que no daba. Sin embargo, ahora que usted lo menciona, sí da jejeje.
Les gustó al final el cuento?
Que observaciones le haría?
GINIS: ¡Que bueno que te gustó el relato!
Y sí, yo hice lo posible por hacerlo lo más parecido a la versión masculina, pero bueno, la sexualidad me es intrínseca y seguramente un hombre lo hubiera descripto de otra manera. Es probable que un hombre le hubiera hecho "una paja" para excitarla, que le hubiera puesto él "la pija en la boca" y cosas así... con "los huevos a punto de explotar" jajajaja
Pero son cosas que de a poco, quizás consiga!!!
Por ahora, sigue siendo una mezcla, dicho como hombre, pero descripto como mujer. Aunque creo que no deja de tener su morbosidad, precisamente ese hecho.
No sabés como fantaseé yo escribiéndolo!!!
Y lo fantástico que es saber que otras mujeres pueden fantasear también, disparar los sentidos, erizarse la piel...
Vamos, que dan ganas de salir a buscar un hombre!!!
jajajaja
Cherry: si seré inocente que yo pensaba que cunilingus era sinónimo de beso negro. En fin.
Un día leí un libro, no me acuerdo del autor pero era un psicoanalistas, sobre las malas palabras. Había sido elogiado por Camilo José Cela y también por un ex presidente de Uruguay, Julio Ma. Sanguinetti. En ese libro el autor habla de las bondades de emplear malas palabras, y como se han usado por escritores serios de todas las épocas.
Notable el post de Pelerin sobre hombres lobos y vampiros. :-))))))))))))))
mmmmmm... no sokon, cunnilingus, deviene de "cunni" = cuña, vulva, vagina - "lingus" = lengua. Es decir que sólo aplica para el sexo oral vaginal.
El comunmente llamado "beso negro", es lo mismo, pero anal.
JE! Yo también sooooy reeeee inoceeeeeeente!!! Le juro que lo tuve que buscar en wikipedia!!!!
JEJE
El tema de las malas palabras, vea, a mi no me incomoda porner un HIJO DE PUTA bien puesto. O hablar de olor a MIERDA y no de olor a heces o excremento (aunque excremento me gusta bastante).
Pero hay frases, que resultan ordinarias, ofensivas... y no siempre incluyen "malas palabras". El tema es el conjunto, la frase, el significado, la imagen que despiertan, el olor que reviven... etc.
Esas frases, sí me cuestan. Sépalo, yo también apoyo el uso de una "buena"/"mala palabra" en el lugar indicado y el momento preciso.
El comentario de Pelerin sobre licántropos y vampiros... es sencillamente DESOPILANTE!!!
Las malas palabras sokón, tienen una fuerza tremenda, pero cuando dejan de serlo. Y dejan de serlo cuando están bien puestas, y tienen una fuerza tremenda.
En general, qué querés que te diga, todas las palabras mal usadas son malas palabras.
En la historia de Cherry, una palabra inocente como culo fue suficiente para excitarme.
Te diría, a priori, que enhiesta verga me da un poco de gracia (capaz posadjetivado fuera mejor) pero claro, lo dicho, en el contexto puede estar perfecto.
Y lo otro que hay que generar es el ambiente. Desde que percibí el sutil aroma que la mujer excitada esparce por toda la oficina, por todo el mundo, estuve perdido, lo supe perfectamente, vendí mi alma.
Supongo que va en cada uno, pero hay palabras que a mí me deserotizan por completo, si en algún lugar dijera cunninlingus, ta, hasta ahí llegaba mi amor.
JEJE... Pusimos casi lo mismo ZETA y con un minuto de diferencia! Cree en la telepatía?
(jajaja)
Lo excitó que escribiera "culo"? Pufff... vea... jeje... vaya... esto... wow.
Lo de "enhiesta verga" lo puse, precisamente, porque es una frase muy utilizada en la literatura erótica (esas autoras deben tener una especie de diccionario técnico...) y ami me causa mucha gracia!!! Pero ojo! soy tan presumida, que hasta me creo que podría usarla, sin que produjera risa! así de confiada en mí misma soy!
Sobre la mujer emanando olor a sexo, haya sido un momento antes, o el propio olor a sexo... es así. Las mujeres excitadas somos capaces de sentir nuestro propio olor, bah, yo lo siento. Así que estimo, que el hombre, más o menos conscientemente, también lo percibe. Ahí se perdió? mmmm... sí, creo que a mí también me perderían ciertos olores masculinos... el olor a jabón por ejemplo... el olor a comida en un hombre... el olor a recién afeitado... el olor del pelo me erotiza, el olor individual que tanto se concentra en el cuello, en la nuca... el olor de los labios (síp, huelen).
Hummm...
Y comparto con usted, la creencia de que si en alguna parte de sexo frenético y eléctrico, de sudor y gemidos, leo "cunnilingus", me da un ataque de risa. O un balde de agua fría. O... no, no es una palabra que me caliente. Habiendo tantas formas de explicarlo, de sentirlo, de transmitirlo... poner una palabra en latín... puaj.
(continuo, je, se me disparó el comment)
De las pocas cosas que no me convencen: que el tipo trate de poner pose de amigo y que quiera apoyar su cadera en el sexo de ella (males menores). Sobre todo lo del sexo.
El sexo está en todo el cuerpo cherry. No me gusta esa expresión, me suena a traducción de película (mojigata como son las traducciones de películas, qué yo por qué).
Iba a elegir el pasaje top. Pero me encontré con más de uno.
El roce casual es im-pre-sio-nante. Esos roces sacan chispas. Te juro que sí. Ella tenía los labios hinchados y rosados, licenciosos es fabuloso cherry. Pero insisto en que la gracia es que cada cosa está ubicada en su lugar.
Y bueno, la confesión cherry, de haber disfrutado tanto el proceso de escribirlo, es un plus para nada menor.
Es una historia más para hombres que para mujeres, me parece. Pero escrita por una mujer, y desde el punto de vista de un hombre.
Lo que digo es que me parece que la excitación que puede causar a una mujer lectora, es más bien reflexiva (por reflejo, no por reflexión). Algo así como que me parece que la mujer lectora se pone en el lugar de Sibila, el hombre no se pone en el lugar del pibe. El tipo es uno cualquiera. Y a uno no siempre quiere ser uno cualquiera. A mí me encantaron algunas imágenes sensoriales; las sentí, las vi, las olí, me quedó el gusto en la boca. Pero no la historia. No me gusta Sibila. Ni me gusta el tipo (podemos abstenernos del chiste fácil, no?).
Los lugares obscenos sí me gustan:))
Bueno, me gustó el cuentito, cherry; me dejó como el lobizón de sokon (no el de pelerin), howling my starving longing to a pale cold Moon.
Para mi la frase de la literatura erótica que mas me impresionó en la adolescencia fue 'pechos turgentes'. En aquella época no tenía idea de que quería decir turgente.
ZETA: Bueno, no quería apoyar "su cadera" sobre el sexo de ella, se entiende que el tipo quería "apoyarla"... pero bueno, sí, es un eufemismo.
Usted disculpe, pero el sexo es el sexo. El órgano sexual femenino es la vagina. Y la verdad es que decir que quería franelearle el órgano sexual, quedaba más feo, no?
Y pubis, me parece tan mojigato como sexo.
El roce casual enerva... el roce casual extiende una onda expansiva que se derrama por todo el cuerpo y explota en el cerebro. Pone a galope al corazón, da calor, enrojece las mejillas, produce que la respiración se entrecorte...
Zeta, lo de los labios hinchados es una imagen obvia pero casi siempre olvidada. Si los besos son apasionados, fuertes, salvajes, brutos... tienen que existir labios hinchados... vió que incluso las comisuras de dibujan más rosadas, la línea limítrofe de los labios se ensancha... es el botox de la calentura!
Usted no se pone en el lugar de Santiago, no? Usted se está cojiendo a Sibila... usted, no Santiago... es así.
Y sí, las mujeres nos ponemos en el lugar de Sibila, pero al menos a mí, me pasa siempre. Siempre soy el personaje principal cuando éste es femenino!
No le gusta Sibila? No le gusta Santiago? Por qué?
La historia comprendo que no le guste, básicamente, porque no existe. De existir, sería una novela x capítulos.
Los lugares obscenos nos gustan a todos, aunque no todos siempre. Depende de cada uno.
Aulle Zeta, aulle, después de todo, yo creo que... "Howl at the moon is the secret of Licantropa plea to the fairies. And the fairies, usually keep their promises."
SOKON: "Pechos turgentes" le parece sugerente? sensual? provocativo?
A mi me sugiere mucho cuando hablan de "pezones erectos", por ejemplo. Y los escalofríos o los estremecimientos (mmmmmmm)!!! Otra cosa que me gustan son las circunstancias violentas... violentas por pasión quiero decir. Cuando hay desesperación, deseo incontenible, cuando se muerde o araña sin querer, sencillamente por no medir las fuerzas...
"extiende una onda expansiva..."
Dios! eso me pasa por no releer antes de publicar!
:-P
Pechos turgentes, juas.
Mi adolescencia, sokón, fue más impresionable que la suya. Los pechos solos, ya, si turgir, me impresionaban bastante.
En la escuela, cuando se veunían las vacaciones de julio, repartían en la puerta unos volantes de unos cines de cuarta (el Copacabana, por ejemplo) y allá íbamos todos, a ver películas de terror porque siempre se veía alguna teta. Ah, qué épocas, éramos tan felices con tan poquito... Si sokón, era una época de pechos, inocuos y sin cavidades (bueno, eso creia uno). Después, los aires cambiaron bastante.
Vio, Cherry, que usted también me la dejó picando, en la mano le diría, cuando nos comentó lo "presumida" que ud. es; y esta vez fui yo el caballero;)
(Zeta... ahora el que presume es usted...)
Iba al cine solamente para ver una teta? Caramba! Mi hermano antes de entrar al secundario ya le robaba las PlayBoy a mi viejo y las pelis porno.
Hombres!
Todo por una teta?
Y si veía a una madre amamantando se le paraba? (recátese que solo lo digo por cuando era chico, no nos confiese si le siguen gustando, po'favo'!).
...
....
.....
No hago confesiones. Pero, a modo de epílogo, le diré que podría decir las medidas de la mujer que me gusta, y eso, sería ya de por sí casi la declaración de una filosofía de vida.
Pero no lo haré.
Errata: me quedó mal armada la frase.
Quise decir las medidas de mujer que me gustan
Creo.
Chaaaaa!!! ZETA... Una filosofía de vida? Eso tiene que explicármelo!!!
"Las medidas de mujer que le gustan", no es lo mismo que "las medidas de la mujer que le gusta". Vamos, ni parecido. Difícil equivocarse tanto.
Pero como lo queremos, se lo vamos a permitir y no vamos a ahondar "demasiado" en ello... (carita silbando).
Ustedes que dicen sokon y pelerin?
No les queda la intriga?
Le perdonamos la vida?
O lo reventamos a preguntas?
(JIJI)
ZETA, déle, cuentenos un cachito más...!!!
A ver , primero le comento sobre el post, que me gustó mucho (saber que su autor es nena le da mucho valor agregado). Hay algunos pasajes memorables, en particular
“Ella tenía los labios hinchados y rosados, licenciosos” y “camisolín blanco transparente con corpiño de encaje”, ahhh, que imágenes mas acogedoras…
Pero, (y sí, siempre hay un pero), también hay dos pasajes donde la femineidad de la autora –que en este caso viene a ser ud.- traiciona el espíritu masculino del relato, y paso a explicarle:
1 - La risa nerviosa / sarcástica que se le escapa a Santiago es mas típica de las nenas que de los varoncitos. A un tipo, se me ocurre a mí, que soy varón, se la habría escapado una especie de ronquido o gruñido medio sordo, bien del fondo del pecho y aguantado a medias, más que una risa sarcástica.
2 - La otra parte es cuando en lo más álgido del revolcón, en pleno vórtice de la tempestad, cuando la mejor parte está ahí, a milímetros de distancia y se nos viene encima con la fuerza de una avalancha, ahí justo en ese momento, Santiago piensa: “En ese momento la amé.” (iiiiiiiiiiiiiii) (chirrido de frenos) ¡¡lo qué!! ¿¿como?? ¡¡amor!! Noooo, antes de, puede ser. Después de, casi seguro. Pero en ese momento NO NO NO, el amor queda para después - que es donde cuenta de verdad -. Que un hombre pueda, en ese momento, llegar siquiera a pensar ya es medio milagroso. Que lo haga en términos de amor, es sencillamente imposible.
Mire Cherry, en un momento como ese ningún hombre, ninguno, jamás, nunca, piensa, pensó, o pensará en el amor, ni aún estando con la mujer que ama. Hay una sola cosa una sola, que ocupa hasta la última sinapsis de la última neurona de un hombre en ese momento, y esa cosa, única en todo el universo, viene a estar justo en la entrepierna de Sibila.
Las niñas, que son unas románticas incurables, tienen gran dificultad en disociar el sexo de los sentimientos, cosa que no le ocurre al varón. En otra época de mi vida, un “mi amor” inoportuno, un ¿me querés? a destiempo, era capaz de hacerme saltar por la ventana con lo puesto – que en esos casos suele ser más bien poco-, a mí, y a cualquiera de los vagos de mis amigos.
Y le repito, la historia me gustó mucho. Después, si quiere, aporto mi granito de arena a esta cosa se sexo sibilesco.
P.D.: Zeta, es la persona más asombrosa que conozco -en el literal de la palabra-, y es además un tipo bastante misterioso. Tiene como unos abismos insondables que de asomarse nomás da vértigo. Además es medio porfiado, y si no quiere contar, no lo va a hacer.
Voy a discrepar pelerin (menos el la pd. porque me gusta conocer su visión al respecto).
Para mí siempre, SIEMPRE, hay un instante del encuentro sexual en que uno ama a la mujer. Sea quien sea. Capaz antes no, capaz después tampoco. Pero hay unos momentos en que sí, amigo. Y no es el momento del orgasmo, allí se pierde la individualidad y uno no puede amar.
Agrego algo que me enseñó una persona que tiene chispazos de brillantez: el sexo es una mezcla de morbo y amor.
Y con respecto a la errata, bueno, puede pasar, si los astros son favorables, que las dos frases sean intercambiables. Y, quien le dice, cherry, quizás sea el caso. Nada más saldrá de esta boca.
Y me gustó que me dijera que cuando leo la historia, yo estoy cojiendo a la Sibila. Porque me gusta cojer con j. Mas que con g.
A ver zeta, que tal vez no fuí demasiado preciso en el momento. El tiempo al que me refería, está comprendido entre:
a. el franeleo está tomando un cariz de frenetismo
b. la penetración.
En ese espacio de tiempo, en que las cosas se salen de control pero no se ha llegado aún a la penetración, ahí es imposible pensar en nada que no sea eso, llegar a entrar, literalmente, en el objeto de deseo. No hay sentimientos, sólo sensaciónes. Después de la penetración, sí hay tiempo para muchas cosas, hasta para ver que cara pone...
la wiki es maravillosa.
Gracias, gracias Cherry querida por mostrarme el camino. Me dio curiosidad ver qué podía decir la wiki sobre el cunnilingus. Realmente maravilloso: sobretodo la parte de humming. Me imagino una escena de verdadero sexo oral:
-mi amorrrr, háblale a mi clítoris, grítale como tu sabes…
- gruuggrrrhhuuuggg GGGRRAAUUUURRRGGGGGFFFHHHH
- ahhh ahhhhh AHHHHH
Les recomiendo que pasen y lean: http://es.wikipedia.org/wiki/Cunnilingus
Sokón, existen el autocunnilingus y la autofelación... téngalo en cuenta para el próximo cuento erótico de ficción rara.
Sobre el cuento, cherry, decídase… o dice teta, culo, pija concha, etc o se queda con la serie de eufemismos que sean necesarios para pene y vagina (los primos académicos de pija y concha) porque la mezcla queda rara.
En cuanto a literatura con contenido erótico, recuerdo siempre el capítulo 5 de rayuela, un fragmento dice “le chupó la sombra del vientre y de la grupa y se la alzó hasta la cara para untarla de sí misma en esa última operación de conocimiento que sólo el hombre puede dar a la mujer”
PELERIN: Sabe? Me han encantado sus aportes, es interesantísimo saber como reaccionan o reaccionarían los hombres frente a determinada circunstancia.
- Estoy de acuerdo en el gruñido. La risa sarcástica es demasiado intrínseca de una mujer, que piensa y no puede evitar comunicar. El hombre es más hosco para demostrar, más primitivo.
- Lo de "en ese momento la amé", también es verdad. Pero esa frase nació de un debate entre hombres y mujeres en otro blog, donde un hombre dijo, que en las relaciones "casuales" (que él considera "mal llamadas" casuales, ya que existe un mínimo consenso de las dos partes), aún cuando el encuentro no se genere por amor, sino por placer físico... hay un pequeño instante, donde se ama eso que el otro te hace sentir. Quizás no a la persona, pero sí a ese placer compartido. Y bueno, yo escogí ese momento, donde el se desvanecía de angustia por cojersela, como el momento donde amó lo que estaban compartiendo. Como usted dice, quizás le pifié en el momento elegido. No sé si fue acertado el concepto que lo impulsó. Ya me dirá usted que piensa.
- Lo del camisolín, debo confesar, porque sí, porque no oculto nada, que se me ocurrió porque describí un camisolín mío (de esos de guerra) que me gusta muchísimo!!!
P/D: Zeta le parece misterioso? Yo diría que es particular, que no es como el grueso de los hombres, que es más profundo, sensible y pensante... pero ¿misterioso?.
Yo lo veo y leo bastante transparente. Sincero, abierto... eso es bueno. En lo que sí coincido, es en que solo contará lo que le apetezca... es terco el zeta!.
ZETA: A todos nos gusta más cojer con Jota!!!
Por la confesión, no se preocupe, ya se la sacaré, tengo paciencia. Y no, no son intercambiables, a menos que haya encontrado a esa mujer (que como dice sokon) es todas las mujeres.
Y eso es grosso!
Por otro lado, nada, ha discrepado con Pelerin sin que yo lo haya leído... y usted habia puesto antes, lo que o acabo de escribir. Termino de darme cuenta. Pero así quedará.
Está bueno coincidir alguna vez.
PELERIN: Bueno, imagino que cada cual tendrá sus tiempos, no?
Yo como mujer elegiría el de antes de la penetración, justamente porque ahi (en la penetración) esta el instinto de la bestia y no se piensa nada. Y después del orgasmo... creo que todos nos desintegramos. Y dudo que pensemos hasta varios minutos después. Y varios minutos después del sexo, en una relación que se crece en el deseo, es la llegada de la razón. Es la distancia que debe existir.
Yo, elegiría el momento de mayor calentura, en que todavía puedo hilvanar una idea, antes de dejarme llevar. Creo que en ese momento, amaría... y no en otro.
CIRCE:
- Sí, sí, yo sé que tengo que posicionarme en la literatura erótica y vencer prejuicios, pero bueno, por eso me mando a escribir... a experimentar... a probar y probarme. Todo se aprende. Ya le iré agarrando la mano... "concha" no es habitual, ya que hay nada de literatura erótica argentina.
- Lo del humming era too much para incluirlo, pero me rei de lo lindo. No me imagino a un tipo haciéndole sonidos vibradores a mi clítoris, estallaría en carcajadas, lo juro.
- Y sobre el fragmento de Rayuela... bueh, es Cortázar (que no es santo de mi devoción, lo confieso)... pero aún así no me da el nivel para semejante comparación. Estoy a años luz de escribir algo semejante.
Esto es apenas, una prueba, una experiencia, un intento... es parte del aprendizaje y la adicción!
(jeje)
Besitos a todos!
Zeta, tenga cuidado con el tal Jota. Por lo demás, mi estimada griotte, le confieso que las bocas no diplomáticas me inquietan la ataraxia y agudizan mis problemas de uña encarnada (cada cual con sus fetiches).
Animada por vientos actuales, Tlazoltéotl propone elaborar un manifesto erótico.
Z: en honor a este post, debería, al menos por un día, cambiar el nombre de su blog de Verba Non Res a Verga Non Res. Que le parece?
Y sobre los cines, lo mio era peor: como no me dejaban salir de casa, me quedaba hasta tarde viendo Sábados de Cine o Viernes 13 a ver si se veía una teta. Eso y el carnaval de río eran los únicos momentos en que uno podía ver una teta.
No sabía que le gustara usar medias de mujer. Yo usé medias cancan un tiempo, con un significado que es algo difícil de explicar acá.
Cherry: Mi esposa está amamantando actualmente, y le digo que no es para nada erótico especialmente cuando a la bebita de 3 meses y medio le viene un provechito y se pone a chillar como chancho y hay que enderezarla para que lo saque. El encanto de madre e hija es un poco diferente.
Ahora bien, habría quedado agradecido si a los 12 años alguna jovenzuela hubiera tenido la gentileza de amamantar un bebé adelante mío. Eso hubiera sido otra cosa.
Y la heroína de La Maniobra no es todas las mujeres, es todas las morochas. Es diferente, muy diferente.
Hay una traducción rioplatense de Filosofía en el Tocador, del Marqués de Sade donde el traductor dice concha y otras palabras de uso argentino y uruguayo. Creo que lo presté o lo perdí al libro ese. Tenía un prólogo de George Bataille.
Pelerin: lo más importante que aprendí del psicoanálisis lo aprendí leyendo una revista del tema en un quiosko, y es que el amor tiene un sujeto, alguien a quien uno ama, y el deseo tiene un objeto, al que uno desea. Esta verdad ontológica viene a confirmar lo que ud. dice en el punto 2.
Circe: Sade en sus relatos que no necesariamente se pueden calificar de eróticos utiliza metáforas similares a las de cortazar, menos poéticas que irónicas. Y no sea mala, no puede decir que Cortazar sea literatura erótica. No sea mala.
Cortazar podrá ser un pendejo, y podrá ser el autor favorito de muchos jipis que merecen la muerte sumaria, pero cuando se lo propone sigue siendo buen escritor. Al menos mientras vivía.
A todos: antes de seguir pido disculpas. Cojer con jota de Pijota, o coger con ge de Garcha?
cherry, sobre posicionarse, hay mucha literatura, también. Y si no hay nada de literatura erótica argentina, enhieste esa lapicera, coja papel y (sin forro mediten) por ahí termina pariendo algo bueno. No busque otros moldes que por ahí son malos, anímese ud. solita... y no por eso será una paja literaria.
Sokon: soy mala, si, pero en otro orden. Yo no dije que Cortázar fuera literatura erótica. Es literatura (en general) con contenido (porque es un cachito, nomás) erótico (erótico por lo sexual, no como género)
Y parece que soy una jipilla, nomás.
javier: por estos lares sopla más fuerte, ya empecé a escribirlo.
Bueno, va mi granito de arena al asunto este de la sibila, y si todo sigue su rumbo, esta niña irá tomando un carácter propio, con historias que empezarán a reproducirse por doquier, y ud. amiga cherry, habrá de convertirse en la autora de un nuevo mito urbano. Bueno, acá-va (je).
Yo, a Sibila, me la crucé dos veces.
La primera fue hace mucho tiempo en un boliche que quedaba en la rambla de Atlántida (Piedra Lisa se llamaba el boliche). Era verano, y tarde en la madrugada. Sibila llevaba el pelo negro lacio, cuadradito, la piel muy blanca, y un rostro atractivo del que recuerdo una mirada seductora y una provocadora sonrisita de carmín que me atrajo como polilla a la llama - se parecía a Uma Thurman en Pulp Fiction - . El hecho es que me arrimé y le murmuré algo al oído rozándole apenas la piel con mis labios, haciéndole cosquillitas en una zona muy sensible que tiene las mujeres en el cuello, juste debajo del oído – técnica que, ejecutada correctamente, me ha dado enormes satisfacciones -. Me respondió con una risa entre nerviosa y provocadora. Asi que me le arrimé de nuevo y ya estaba diciéndole algo gracioso, rozándole el oído, buscándole el cuello con mis labios, cuando me llegó el aroma de su piel. Tenía algo de ácido, de floral, y de lechoso. Y me desarmó de una manera tan contundente, y me excitó de una forma tan avasallante que me quedé mudo a la mitad del chiste. Sibila me miró extrañada por instante, y luego, no se qué fue lo que vio en mi mirada, pero en un relámpago de intuición femenina, con esa atávica capacidad que tienen las mujeres, supo que me había dejado inerme e indefenso, postrado a los pies de su altar de la pasión. Ella se sonrió - hizo un mohín como de muñequita -, tomó mi cara entre sus manos y me besó descaradamente en la boca. Después, suspiró su nombre en mi oído, se dio vuelta y se marchó. Yo no atiné a nada, borracho de su aroma y su sabor. Cuando reaccioné y corrí detrás de ella, sólo alcancé a ver, desde la puerta del boliche, como se subía a un coche y se alejaba. Jamás la volví a ver. La busqué durante un tiempo, hasta que al final, la dejé ir. Jamás, nunca, volví a sentir ese aroma en ninguna otra mujer. O casi.
La segunda vez, Sibila fue bastante más perra.
Me la crucé en la calle, a plena luz del día. Iba vestida de secretaria, con una carpeta bajo el brazo derecho. Llevaba anteojos pequeñitos, y el cabello rubio y recogido en cola de caballo. La falda más bien breve, los tacos más bien altos, y las piernas largas y delgadas. Sibila había crecido, y estaba más buena que Salma (que hasta cuando hace de Frida Kahlo, con bigote y raya al medio, sigue estando buena). Con la complicidad de la angosta vereda de la Ciudad Vieja y una súbita intuición, me aparté apenas lo justo para darle paso, y en ese segundo interminable en que nos cruzamos, mi brazo rozó uno de sus pechos, y el tiempo se hizo lento, tanto que me sobró para fijarme en como lo pezones se erguían desafiantes, parapetados detrás de la transparencia de su blusa de seda; y para notar su ropa interior debajo de la falda; y para sentir como el brazo me ardía como una brasa ahí donde ella lo había rozado; y como para inhalar ese irresistible aroma a fémina, a mujer adulta y bien dispuesta, a hembra con todas las letras, que años antes no había sentido. La vi alejarse unos metros con esa cadencia de perniles que muy pocas mujeres tienen, y que a los hombres, nos deja pasmados y desvariando con inmolarnos en ese paraíso de lujuria incontrolable que prometen un par de ancas de mujer. No era un buen momento ni un buen lugar para que me pasara eso. Para nada. Me salió como un gruñido medio sordo, y cuando me estaba volviendo, justo en ese instante, Sibila gira, me sonríe, y sigue su paso. Que hija de puta, pensé. Que hija de diez mil millones de putas. Ahora me venís a hacer esto, después de no sé cuántos años. Yo, ya no era el de aquél verano, ahora era un hombre que había tomado una decisión irrevocable. Me di la vuelta y apuré el paso, estaba llegando tarde. A unos metros nada más estaba esperándome la mujer que había elegido para el resto de mi vida, la mujer a la que amaba, y, la que minutos después ser convirtió en mi esposa…
P.D.1: Hasta el día de hoy, porque apenas lea esto me va a cagar a palos, y ya me gustaría a mí tener alitas como el vampiro trolo ese del otro post, pa’ salir rajando por la ventana. Aunque siempre tengo la chance de convertirme en lobizón y depués, no acordarme de nada ;)
P.D.2: Sokón, tu moción de cambiarle nombre al post de zeta, es brillante como un sol.
JAVIER: Mi querido Javier... una uña encarnada es muy molesta, y ha de serlo mucho más, si las bocas poco protocolares consiguen molestar su serenidad o cuando consiguen perturbarlo. Si tenemos en cuenta que a medida que las sociedad se van desprejuiciando las actitudes y formas de comunicarse, irremediablemente se tornan más directas y frontales, su padecimiento tiene muchas posibilidades de agravarse.
(vaya fetiche... pero se respeta!)
Tlazoltéotl diosa de la sexualidad, de lo inmoral, "sin eater" de la cultura mexicana, impulsaba la propagación de los pecados sobretodo de la lujuria y cualquier tipo de desviación sexual, pero a su vez la castigaba con las enfermedades venéreas para luego erradicar esos mismos pecados que primero estimuló, luego castigó y en última instancia: eliminó.
Yo diría con este panorama, Javier, que más que proponer un manifiesto erótico, apoya no solo el libertinaje, sino también, algo un tanto más revolucionario que el mero erotismo, no?
SOKON: "Verga Non Res"? jajajaja
- Ah! Me temía esa respuesta de ver a una mujer amamantando a la tierna edad de 12 años... y me da cierta cosita... y no deja de sorprenderme la fortaleza de los impulsos hormonales en la pubertad de un hombre. No deja de sorprenderme la obsesión que les despierta. Me pregunto qué es lo que hace que el sexo resulte tan importante (TAN TAN TAN...) cuando aún no lo conocen. En la mujer, o al menos así fue mi caso, no representó una gran incógnita, ni una meta que cumplir, hasta que finalmente lo experimenté. Y ahí sí, quise saber más, probar más, entender más... hacerlo más! Pero porque comenzó a ser una práctica placentera y misteriosa para mí, no porque lo tuviera incorporado de antes.
- Sí, la heroína de La Maniobra es todas las morochas, pero no podía citarlo textualmente ya que no sabemos si la mujer de la que habla (o pudiera estar hablando) Zeta, es morocha, rubia o pelirroja! JIJI
- Lo del libro del MDS... bárbaro, pero vaya a una librería y compre 10 libros de literatura erótica y fíjese cuántos de ellos dice "concha". Se ve que la *pacatéz* lleva la bandera nacional.
- Sobre GE o JOTA (o-jota... juas!) Coger de agarrar o asir algo... con "G". Cojer de follar, con "J".
Ah... Pèlerin!!! Que buena continuación!!! Claro que ya no es erótico, sino romántico!!! Yo no creo que su señora lo mate, al contrario, creo que va a derretirse.
Sabe? Su continuación es más romántica que lo que escribí yo... al final vamos a terminar pensando que ustedes son más tiernitos que nosotras... JEJE.
Che, como se les ocurre, más allá del chiste (que es bueníiiiisimo!!!), que Zeta vaya a cambiarle el nombre a su blog por una coyuntura que se ha presentado en éste? JAJAJA. Tan locos!!! (JUAS!)
Ya demasiado he conseguido, casi obligándolo (moralmente) a poner un post "Res Non Verba", que se lo gané en base a una apuesta, que le gané! (lero lero, lero leeero...JIJI)
Estoy elucubrando, como hago para obligarlo a otro... porque las palabras son bellas, pero los hechos... son verdad.
Ya se enterarán si consigo ganarle de nuevo o no. Bastará con que miren las etiquetas JE!
A todos:
Dice que había 2 hermanos muy ordinarios y corrompidos, y un día haciendo esfuerzos uno logró pasar por un ser humano presentable y fue invitado a una fiesta de la alta sociedad. Como los unía un lazo fraterno, este hermano invitó al otro pero advirtiéndole 'poné cuidado en hacer todo lo mismo que haga yo y de la misma manera'.
Estando en la fiesta, disfrutando de la conversación y la compañía, en medio de una ronda de personas célebres, se les acerca una moza con una bandeja donde lleva masitas. El hermano que había logrado colarse allí en base a sus dotes de simlación dice 'si me permiten, yo voy a coger un cañoncito de dulce de leche'.
A lo que el otro replica, 'en ese caso, queridísimo hermano, yo voy a romperle el culo a esta bomba de crema'.
A la jipilla Circe:
Por favor, cuentenos que otros autores le gustan; aunque aborrezco a los jipis, tengo la desagradable enfermedad de compartir algunos de sus gustos.
También me encantaría que me contestara una pregunta que hace meses le planteé en el blog de Z, cuando hablábamos de monstruos y de prados. Se acuerda? Era sobre las cosas que le daban miedo.
Pelerin:
Yo la conocía. Trabajaba con ella en mi trabajo anterior. Tiene los dientes bien blancos y los ojos celestes como los proverbiales luceros. Solía contarme sus exóticas aventuras por messenger. Pero se llamaba Silvina, no Sibila.
Mini-historia sobre sibila, titulado Hablando de Parafilias
-Que estás haciendo? - dice Síbila.
-No te dije que te veías mejor con el cabello recogido?
Cherry: Tlazoltéotl es bien histérica y además tiene nombre de benzodiacepina.
Gracias por su tolerancia a mis groserías y frases soeces.
Querido SOKON, lo mío no es tolerancia... cuando algo es coherente, lo es y ya. Se aprecia su coherencia. Además, diga las cosas como las diga, siempre su opinión o referencias hacia los temas en cuestión resultan muy acertadas.
Concuerdo en que Tlazoltéotl parece un tanto (bastante) histérica. Muy contradictoria... e incluso me parece peligrosa. Una diosa para no reverenciar demasiado y de mucho cuidado. Me inspira más temor que devoción, alguien que puede comerse y cagar los pecados de otros.
Y el apelativo de "Devoradora de Mugre", no me tranquiliza demasiado. Es más, me trastorna ligeramente la imagen que me hace evocar... casi diría que me resulta agraviante u ofensiva.
(ahhhh veo que todos han tenido una Sibila, antes o después, en sus vidas...)
'Devoradora de mugre' me hace pensar en el insulto 'scum bag', bolsa de desperdicios. Ese nombre era como originalmente como se referían a los anticonceptivos condom-like. Luego scum, mugre, pasa a ser el esperma.
De ahí podemos deducir que le gustaba hacer a la Tolchocaenlachoza.
Bueh... en el caso de la diosa, la mugre, vienen a ser los pecados que fagocita de aquellos que con ella se confiesan... y sí, algo de relación existe entre esos pecado y el semen, más específicamente, la relación es con el sexo.
Aparentemente los pecados que engulle son pecados de lujuria, desviación sexual, etc.
Así que sí, a la señora ésta le va el sexo de cualquier manera.
Y sigue dándome asquito... ¿será porque en la religión cristiana a nadie se le da por hablar de cómo o qué cagaban los santos?
"Que buena pregunta Mario..."
Originalmente el trono del Papa era un water closet, para que se mantuviera humilde. Porque es más difícil ser arrogante si todo el mundo te ve cagando. Es más difícil idealizar a de quien conoés que tiene las mismas necesidades que vos.
Dogen, un famoso monje zen -nada perruno, por más que su nombre así lo indique- había escrito muchos libros sobre el comportamiento, y en algunos detallaba como ir al baño.
Ah, Sokon, que crack matsumura!
Acabo de entrar a lo del zeta a ver si le había cambiado el título al blog! Vamos, zeta, después le hecha la culpa a los hackers!!!
Pero, Sokón, no me toque a Cortázar, que tiene, algunos de los mejores cuentos que he leído hasta ahora.
Cherry, cómo no va a ser romántica mi versión de la sibila si me dejó con las ganas, 2 veces! De qué quiere que escriba!!
Además soy romántico sólo en mi forma humana, aaaaahhhhhhgggggggggrrrrrrrrr!!!
Y con respecto a Zeta, coincido en que es profundo, sensible (en general), y pensante (a veces demasiado). Pero, misterios tiene sí. De esos de verdad, de esos que nos encantaría que pusiera en un cuento. Hay algunas realidades que a la mayoría nos esquivan. Pero que lo rozan al zeta, de tanto en tanto.
Coincido también en otra cosa. Tiene razón. Grueso no es. Y tampoco muy largo ;)
Que acelga chochamu, y despues el pilurin dice no al jolgorio, dale papa, hagamo un encuentro practico pa probar toda la tecnic, no puedo ma!!!!!!!!! ya me gaste todas la s cubeteras, voy a tener que poner las bolas al viento.aflojen por amor al dio sexual que no se cual pero yo le rezo pa que no me esploten.
Mis fetiches son innúmeros y generosos en imaginación. Pero en realidad, cherry, permanece en mí la duda de si es conveniente, cuando se enfrenta un momento cargado de sexo, vaya forma de expresarse, hablar de asaltar vaginas o referir más bien al desesperado arco que frota al violín en el último movimiento, por no poner más que un ejemplo. Además del problema que presupone encontrar una imagen que elida el prosaico no clavar la mirada en sus tetas. Eso y el problema de la percha en el Nilo en el lago Victoria, claro, realidad oprobiosa en Tanzania.
Pelerin: Cortazar es bueno, es muy bueno.
Dicen que un día Onetti estaba leyendo un libro de Cortazar con la esposa (supongo que Dorotea, pero pudo haber sido alguna de sus primas). Le dijo: querida, tengo que ir un minuto al baño. Al ratito volviò, con una mano aruinada. Le habìa dado bruta piña al espejo del botiquín, no podía creer que alguien escribiera tan bien.
El problema de Cortazar no es culpa suya. Es culpa de los hippies. Jipis. Como los odio. Los atraparé, los atraparé aunque sea lo último que haga (como decía Gargamel).
Pero, deberá admitir que a veces es panfletario y se desperdicia su talento.
Jipilla Circe: lo de odiar jipies no va por ud. En cualquier caso, ahora me debe dos respuestas. No sea tímida y no me deje sin conocerla. Aunque sea una mentira, si la respuesta es buena vale igual. :-)
SOKON: No puedo creer que alguien dedique su tiempo a escribir sobre como ir al baño. De todas maneras, consiguió llamarme la atención!!!
PELERIN: mmmmm... síp, sigue resultándome romanticón, pero debe ser por eso que dice, la vió dos veces y las dos, se quedó con las ganas... fea la actitud!
Sobre Zeta no dejo de preguntarme a qué se refiere, sobre esas cosas que lo rozan a él y no al resto de los mortales... pero yo diría que más que misterioso, es extremadamente reservado.
LICANTROPO: Me alegra que le haya causado esa impresión, será que el cuento ha cumplido su cometido... JEJE. Muchachos, denle una manito a licantropo, o mejor no, a saber en este estado lo que hará con ella!!!
JAVIER: Yo creo que algunos eufemismos, pueden demostrar cierta delicadeza... mientras que otros, como usted y Circe mencionan, concluyen en frases ridículas que no producen finalmente, lo que se persigue. Que es erotizar, excitar, dar calor o quemar.
No se puede decir que miró sutilmente el arco que se formaba entre los montículos de sus pechos, sin rozar la cursilería empalagosa e innecesaria.
Es mucho mejor que clave su mirada en las tetas.
Capaz que ando corta de tiempo y lo de la percha en el nilo, me supera. ¿Me lo explica y me ahorra la búsqueda en google?
Es que... repito, tengo hoy, otras cosillas que atender...
SOKON: Seguro que Onetti no intento reventar el libro contra el espejo de pura bronca? jejeje
Nah, yo sé que a mucha gente le gusta Cortázar, de hecho, con lo mal que me cae... tiene algunos textos que me atraparon. Pero de esos casos, no hablo nunca. Todavía no asimilo el tener que reconocerlo!!!
Sokon, contesto brevemente porque es tarde y las grappamieles empezarán a hacer efecto en breve. Dudé en contestar acá porque no tendría nada que ver con el tema, pero como tampoco podía decidir si en su casa o en la mía, le pido permiso a Cherry (que dicho sea de paso, espero que no se haya ofendido con mi comentario anterior, que era en tono de humor y sin ánimos de ofender, pero como fue el único que no contestó, me quedo con la duda, me quedo) y contesto por acá nomás, con el derecho a réplica que me da el haber sido aludida por ud.
De todas formas trataré de guardar el tono erótico del post.
Sobre mis gustos literarios. Son eclécticos como mis gustos musicales. Franeleo más con las obras que con los autores, a estos no les guardo fidelidad alguna. Con Cortázar lo que me pasó fue que me enamoré de rayuela, después descubrí sus cuentos y ahí empezó un ménage à trois que ni le cuento. La literatura rusa en general, Dostoievski en particular (y una rusa singular)
Tengo un aprecio por los clásicos, los señores mayores me seducen más que los mozuelos imberbes.
Y la fantasía tiene lugar en mi cama también, ya que es donde más me gusta… leer. El señor de los anillos y las crónicas de Narnia de niña y más de grandecita con una antología de literatura fantástica de Borges, Casares y Ocampo que es, redundantemente, fantástica como puerta a un mundo nuevo.
Pero no voy a ahondar en mi promiscuidad literaria, porque no viene al caso, cada tanto, Sokon (y perdón que sea auto-referencial) en mi blog hablo de lo que ando leyendo.
Al final no contesto nada brevemente, pero no puedo evitarlo cuando hablo de libros y releo y dejo a medio mundo afuera, pero ahora es lo que se me ocurre.
En cuanto a miedos, temo a las arañas y a lo definitivo. A no poder elegir más, a que las cosas queden así como están, a no poder moverme, cambiar o irme. Temo al tiempo que pasa y a las oportunidades que se lleva con el. También a que se me caigan todos los dientes, a que se desmigajen como las pastillas brasileras Hortela. Por ahora a eso.
Contento? :) es todo verdad.
Yo le ahorro lo que ud. mande, Cherry.
La perc(h)a del Nilo (Lates niloticus), es un pez de la familia de los centropomidae (orden de los perciformes, suborden de los percoidei) que puede alcanzar los 2 m de longitud. Es originaria de Etiopía. La introducción de esta especie en el Lago Victoria es uno de los ejemplos más comúnmente citados para explicar los efectos nocivos que las especies invasoras pueden tener en los ecosistemas. En los años 1950, la perca del Nilo fue introducida en las aguas de Lago Victoria, la 2ª reserva más grande de agua dulce del mundo. Este lago presentaba la particularidad de albergar una cantidad considerable de especies autóctonas, sobre todo varios cientos de especies de cíclidos, fruto de la diversificación explosiva que se produjo hace unos 12 000 años.
En relación a este desastre, le recomiendo la película La pesadilla de Darwin.
Tal vez no sea lo de delicadeza y frases ridículas sino más bien una cuestión de mantener el registro (literariamente hablando). Bukowski clavaría, sin problemas y para empezar, su mirada en las tetas.
Y atienda, mujer, atienda, que es más importante y la entiendo. Lo que yo le cuento no pasa de la anécdota. Eso y el misterio del manuscrito Voynich, claro.
CIRCE: No hay tal ofensa, ni nada por el estilo, mujer! Se me ocurre que no lo respondí porque como usted lleva razón, en la mayoría de las cosas que ha dicho, no había demasiada posibilidad de réplica. Aunque si hubiera tenido que referirme al hecho de que me toque a mí, con mi pluma enhiesta, comenzar a escribir la historia de la novela erótica argentina, debería confesarle que... me acojona, como dicen los españoles. JEJE
JAVIER:
- No sabe cuánto le agradezco que me haya desasnado! Todos los días se aprende algo nuevo!
- Intentaré ver la película, y le sugeriré a mi madre que me acompañe si no la ha visto, ya que es más su tema que el mío.
- Bukowsky es un as del erotismo, hace unos cuántos meses, me lo trajo al blog La Indus (que por cierto está desaparecida y se la extraña mucho - a ver si pasa algún día aunque más no sea a saludarnos-) y nos dejó una maravilla erótica escondida, apenas, en un zapato.
- Finalmente, lo que usted me cuenta, es un interesante tema de estudio, que sí, bien podría quedar en lo anecdótico. Lo del manuscrito de Voynich, en cambio, es un misterio que podría permitirnos muchísimas teorías (delirios) y grandes debates.
sokon seguramente, enarbolaría la hipótesis de un manuscrito alienígena... yo diría que es un tratado druída, y zeta, que es un ensayo alquímico.
Sabe Javier? me quedo pensando en Voynich... y veremos si no lo meto en algún futuro post... tiene usted razón, es un tema seductor, para desarrollarlo.
Gracias, Circe. Aprecio mucho su respuesta, de veras.
Bueno, están todos mal de la cabeza. Empiezan a hablar de sexo y terminan con un taller literario. No puedo estar dos días sin venir, que se les dispara la moto. Igual, más o menos me puse al tanto de que a Circe le gustan las novelas de Cortázar y las buenas rusas, pelerín se comió los mocos dos veces y quedó más o menos como licántropo. Además le da vértigo nadie sabe qué cosa. Onetti y yo nos vamos a leer al ñoba y puteamos a Cortázar, y a todos los que escriben bien (a menos que sean minas y estén buenas); sokón corrije a Cherry una frase memorable suya, que no voy a referir porque se la pienso afanar en cuanto se distraiga, y de paso me sugiere un nombre excelente para mi blog, que estoy evaluando para incorporarlo en forma definitiva, aunque, en realidad, me gusta más la idea de dedicarme a comentarista de blog que a blogger.
Javier fetichea con encarnamientos y peces de dos metros. Y al final, se planta y abre al azar el manuscrito Voynich; porque le dio ganas nomás, no porque venga al caso.
Sokón enarbola alienígenas, cherry fantasea con viejos barbudos y yo medito sobre la cópula entre lo fijo y lo volátil, la guerra entre las águilas y el león.
La cia invirtió millones de dólares para descifrar el manuscrito (y evidentemente, a la luz de los hechos, si lo consiguió, era una basofia), a otro, mientras lo ojeaba, se le ocurrió inventar la píldora anticonceptiva, y Paracelso se puso a escribir cómo crear un homúnculo (de una forma que con un poco de buena voluntad hace acordar a los bebés de probeta). Está claro que el manuscrito está escrito en un lenguaje que conocimos y que, siguiendo los pasos rituales adecuados, nos conecta con un sarber que no entendemos. De todas formas, sokón, estoy seguro que si lo hubiéramos leído en la adolescencia, a nosotros también se nos hubieran ocurrido algunas cosas. Nos habríamos hecho unas buenas conjeturas.
A mí, que ahora repaso el manuscrito, me da por pensar que el mundo está dividido en dos partes, y me da miedo sospechar que no estoy en ninguno. Me da miedo porque creo que ambos ya cerraron la admisión, solo por eso. Y capaz que esos miedos salen de la sima del Abismo de Pelerín. O por abajo de la puerta del baño de Onetti.
Me voy a !hacer amigo de Borges, bibliófago compulsivo, que recibió a la vez los libros y la noche. Por mor, para la salvación existen ciertos sabores y algunas pastas frolas.
La felicito, Cherry, que exitaso este post!
ZETA: Tenía un vago recuerdo de haber leído anoche un comment suyo muy largo. No me equivoqué, acá estaba esperándome. Así que, vamos pasito a pasito (como siempre).
- Estamos todos mal de la cabeza, sí. No podemos evitar escribir... y escribimos. Cualquier disparador es buena excusa, y que este post haya disparado ideas, es un enorme halago para mí!
- No se nos pasa lo del afano que quiere hacerle a sokon, pero lo perdonamos porque lo queremos zeta, nos hacemos los distraídos... a ver para cuándo...!
- No lo vamos a dejar que deje de escribirnos tan facilmente, así que vaya pensando en los cambios que se le ocurran (Dios nos libre del "Verga Non Res"), cambie lo que quiera, pero no nos deje de escribir, adoramos su blog.
- Sobre el manuscrito, no voy a decir nada, porque a mí también me quedó así, como dando vueltas. Razón por la cual no voy a pronunciarme demasiado hasta que pueda definir que quiero hacer con eso.
- "...me da por pensar que el mundo está dividido en dos partes, y me da miedo sospechar que no estoy en ninguno." ¿Por qué le da miedo pensar que pueda no estar en ninguno de esos dos mundos? Y si no está en ellos... ¿Dónde cree que está?
- "Por mor, para la salvación existen ciertos sabores y algunas pastas frolas." No puedo evitar asociar las pastas frolas con usted, mi querido zeta, sobretodo porque sé cuánto le gustan... y me pregunto si es usted quien necesita ser salvado. ¿Salvado de qué, quién y por qué? Y si no fuera usted, y es una mera generalización: ¿Quienes han de ser salvados, por qué y de qué?
Finalmente, el éxito de éste post es de todos, porque entre todos lo comentamos, ampliamos, aportamos, extendemos y debatimos. Aún así, le agradezco mucho la felicitación y el cariño!!!
Cherry, yo comprendo que ud. idealice a Z, pero lo que dijo fue que él pensaba afanarme la frase a mi o a ud. no que yo quería afanarle una frase a él:
'sokón corrije a Cherry una frase memorable suya, que no voy a referir porque se la pienso afanar en cuanto se distraiga'
Creo que era lo de la morocha tornasolada. Ahora, yo la tomé de una novela de William Gibson donde una chica era una especie de papel tornasol humano para la moda: reaccionaba a lo que iba a ponerse de moda y lo que no, y le daban alergia las marcas. En esa misma novela, además, escuché por primera vez de Systema, el arte marcial soviético.
Sí, sí, sokon, eso mismo que ud. dice es lo que yo entendí y respondí. Quizás no se entienda demasiado, pero puse:
"No se nos pasa lo del afano que quiere hacerle a sokon, (el afano que él quiere hacerle A usted, sokon) pero lo perdonamos porque lo queremos zeta (perdonamos a zeta que lo afane a usted, Don sokon, porque lo queremos), nos hacemos los distraídos(hacemos que no nos damos cuenta de que le afanó la frase a usted)... a ver para cuándo...! (a ver para cuando se la afana de verdad, sin tanto amague y actualiza su blog - el de zeta, seguimos hablándole a él)"
Ahora sí, entendióse?
Yo no idealizo nada ni a nadie sokon, ya quisiera...
Que burro que soy! :-))))
Pero al menos sirvió para contar lo de la mujer tornasol humana y hablar de William Gibson. Ha leido algo de él, Cherry?
Es el primero que hace poesía a partir de objetos creados en la era de la información (por decirle de algún modo).
Hay un manifesto por ahí que dice que hay que usar la tecnología para destecnologizar. Gibson va de la mano con esto.
Zeta, un apunte nomás. Que los yanquis (de la CIA en este caso) gasten varios millones de dólares en cualquier cosa que sea, como por ejemplo descifrar el manuscrito Voynich, no es garantía de nada. Y antes de que me retruque, paso a contarle:
Durante la guerra fría, surgió la carrera espacial entre USA y la URSS, a ver quien ponía el primer hombre en el espacio, el primer pie en la luna, la primera sonda en Marte, etc. etc. Algunos de los miles de problemas a que se enfrentaron ambos países fueron los derivados de la falta de gravedad. En particular tenían el problema de que las lapiceras no escribían debido a la falta de gravedad dentro de las naves. La NASA invirtió 10 millones de dólares (de aquella época) y armó un equipo de dos docenas de prominentes científicos para que desarrollaran un tipo de tinta/lapicera que escribiera con gravedad cero. Dos años más tarde, los tipos de la NASA (el equipo de scientists) se aparecen con un modelo de lapicera que escribía hasta debajo del agua (literalmente). ¿Sabe que hicieron los rusos? Llevaron lápices.
Que haze master z volvite? donde fuite, tigre vo no critique que el pirulin te dio clase sexual y vos carlito, no entendite ni pio.
Permiso cerezita le voy a eplicar al tetita.
Los nenes tienen pito, las nenas pepa, el pito le da alegria a la pepa y la pepa le sonrie.
Señales de que la pepa de su nami no sonrie: si les estas chamullando a la pepa y la jermu te dice; tetita, palabra de 8 letras empiesa con P y termina con O, estas en orno.
Despue del canyengue te vas, y al darle un beso te da un par de escarpines, uno de guante y una bufanda, que tejio mientras remojabas la chaucha, arranca pa los trabas que con las jermus estas frito.
Pero yo le tengo fe vamo master z con el pito en alto.
Si quiere que le eplique con dibujito me avisa.
SOKON: No se preocupe, mi querido!!! Y sí, sirve, todo sirve!!! La verdad es que no he leído nada de Gibson... en realidad no sé nada de él, ni lo había oído mentar. ¿Me lo recomienda? ¿Con qué cuento puedo empezar? El de la Mona Lisa, no sé que tal será, pero me intriga... debe ser porque en mi "rrioba" me dicen exactamente así: Mona Lisa.
Y de poesía, no sé, pegue una en el próximo post y vemos que onda... no?
Y sí, como todo lo que está sobrevaluado, en este caso la tecnología, mientras más se usa, más evidentes se hacen sus defectos, carencias y errores.
Muchas veces, el fuego, con fuego se apaga. Veremos esto del señor Gibson...
PÈLERIN: Mortal el remate... ¡¡¡Chapeau para usted y los rusos!!! Me mató la anécdota!!!
LICÁNTROPO: Yo le doy permiso, usted déle tranquilo, pero no se me olvide la pastillita roja... jajajaja
Che, en serio, Lobito, a qué venía el cuentito de las abejas y el polen? Me re perdí. Aunque no puedo negar que me descalabré la mandíbula (y creo que un hombro cuando me reventé la espalda contra la silla) de la risa!!!
Y si "tetita" (aaajajajajaaja) no le pide el dibujito, se lo pedimos nosotros!!!!
(JUAS!)
Licàntropo: sos el uno. Escribìs raro pero mejor que la mayorìa que conozco.
Cherry: Gibson no es para cualquier momento. Es un poco fuerte, en el sentido de ser de lo màs melancòlico que uno conozca. Una tristeza azul elèctrico que te llega al alma.
Aunque se pueden leer por separado, hay algunos libros de Gibson que forman como 'trilogìas'. La trilogìa del 'Sprawl' es quizá la mas famosa:
Neuromante
Count Zero (Conde Cero)
Monalisa Overdrive (Monalisa Acelerada)
Mi favorita es Count Zero.
Para empezar, sin embargo, le recomiendo una colecciòn de cuentos. El libro se llama Burning Chrome (Quemando Cromo) y es exquisito.
Fue Gibson el que acuñò el tèrmino ciberespacio. Y todo eso antes de tener un PC.
La novela de la que yo hablaba antes -la mujer tornasol- era Pattern Recognition (Mundo espejo). No se cuanta gente se percate de lo buen escritor que es ese hombre. No es que escriba poesìa, porque escribe ficciòn. Pero es una ficciòn hecha de màs poesìa de la que uno se imagina.
Zeta, veo que reparaste en la longitud de los susodichos, lo cual me parece de lo más acorde a la situación. Pero no me daba la gana, el Voynich no es -de momento- indescifrable, como largamente mostrás?
Ya que estamos, Licantropo la rompió en otro post con la del jabón en el club (maestro)y la anécdota de Pèlerin me hizo reír muchísimo; maravilla.
Che, esto está muy bien pero es una pena que no se pueda pedir algo para tomar.
Usted pida JAVIER, pida, que lo que quiera se lo preparamos!!!
:-P
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