
Allí estaba, sentada como un testigo mudo mientras Sara y su familia se congregaban en torno a la mesa para discutir la situación.
Ella no estaba del todo segura de que fuera lo mejor para los niños ser partícipes de ese tipo de circunstancias. Sin embargo, en casa de Sara y Sebastián siempre se habían tratado todos los temas de la misma manera. Los niños tenían derecho a opinar sobre cada suceso que pudiera afectar a la familia. Había pasado mucho tiempo desde que había desistido de inmiscuirse en la funcionalidad de esa familia.
Mientras Sara contaba todo lo que habían averiguado sobre Yamila y su repentina irrupción en sus vidas, Milena se había adjudicado el equipo de mate y cebaba a los mayores sin apartar su mirada de aquél extraño consejo.
A medida que avanzaba el relato, los rostros de todos los adultos presentes comenzaron a relajarse. Tener la certeza de que Sebastián no había engañado a su esposa, de que no se habían equivocado al juzgarlo durante una década, era el dato de mayor importancia.
Claro que eso fue hasta que Sara expuso su idea final.
No permitirían que la policía supiera la verdadera identidad de Yamila hasta que la joven tuviera a su niño. Y sería la mismísima Sara quien se ofrecería como su guarda, con una recomendación escrita del oficial Suárez.
Fue entonces cuando Brígida emitió un resuello dispuesta a atacar.
Su hija la miró firme y distante desde el otro lado de la mesa y sentenció:
- Es lo último que quiso hacer Sebastián. Cuidar de esta niña. Vaya uno a saber porqué.
Pero al mirar a sus hijos intuyó sus razones.
Les había dado muchísimo trabajo cuidar de ellos y proveerlos de una buena vida. Los amaban con locura. Si alguno de los dos se hubiera encontrado solo cuando ellos eran pequeños, no hubieran podido con tamañaza responsabilidad. Si no hubieran contado con el apoyo de ambas familias… si se hubieran encontrados solos en el mundo sin ninguna puerta para golpear.
¿Y si algún día su pequeña Camila se encontrara involuntariamente en aquella situación? ¿No desearía con todas sus fuerzas que alguna buena persona se apiadara de sus necesidades y le diera una mano?
Ernesto posó una mano silenciosa sobre la de su mujer, y ella lo miró callada mientras él le regalaba una mirada brillante. Su marido estaba henchido de orgullo. Y ella también debería sentirlo. Su pequeña Sara, aquella niña que se había ovillado entre sus brazos con cada raspón en las rodillas, se había convertido en una maravillosa joven, una estudiante promedio pero sumamente perseverante, en una esposa fiel y compañera, en una madre contenedora y en una mujer con un corazón de oro. Una mujer capaz de dejar a un lado el dolor para enseñarle a sus hijos sobre la generosidad, la solidaridad, la bondad y los buenos gestos; para cumplir el último deseo de su amor.
Brígida sonrió con lágrimas en los ojos y Ernesto pasó su brazo alrededor de su cuello para atraerla hasta él.
Milena pudo sentir todo el intercambio y sus ojos también se llenaron de lágrimas, a pesar de su dureza exterior no pudo dejar de emocionarse. Después de ver a su hermano y su cuñada juntos, solo bastaba ver a Ernesto y Brígida para comprender por qué Sebastián había chocado durante años con sus padres y por qué ella no entendía tantas actitudes dentro de esa familia.
Sus padres nunca se habían entendido así, sin palabras. Nunca habían sentido el corazón de sus hijos como Ernesto y Brígida leían en el de Sara.
Su familia había sido fantástica, sus padres excelentes, pero siempre había un velo presente entre ellos y sus hijos. Una distancia impalpable.
En cambio en esta familia, el lenguaje no alcanzaba, era apenas una mínima fracción de lo que realmente ocurría.
Pudo sentir lo que sintió su hermano. Después de vivir aquello, no se podía desear menos.
Él lo había conseguido, se había quedado con el premio mayor: su esposa. La raíz de su vida, su amor, sus pensamientos. La raíz de la familia que quería formar. La materia prima de excelencia.
Cuando todo se calmó un poco en la mesa, vio que los chicos los miraban pensativos. No eran como los demás niños, no se habían distraído jugando a cualquier cosa, no habían interrumpido la conversación, no se revolvían en sus sillas. Damián solo movía ligeramente las piernitas que le colgaban de la silla, pero siempre lo hacía, aquél movimiento era como su “descarga a tierra”.
Sara se enderezó y con una sonrisa de oreja a oreja les preguntó que les parecía la idea de tener a una jovencita que pudiera cuidar de ellos, hacerles compañía y quizás incluso participar de sus juegos durante un tiempo.
- ¿Es bonita? – preguntó Cami.
- Sí, lo es. – respondió su madre imitando la voz engolada de su pequeña.
- ¡¿Y porqué tiene que ser una chica y no un chico que le gusten los autos?! – rezongó Damián.
- Jajajaja, hijo, porque no salí a buscarla, simplemente es alguien que necesita ayuda.
- ¿Le gusta jugar a las barbies? – preguntó la niña quién acababa de darse cuenta de que finalmente tendría una amiga a tiempo completo.- No lo sé Camila, pero podemos preguntarle… de todas maneras ella está embarazada y cuánto más descanse será mejor.
- Hum… - dijeron los niños al ver sus sueños aguados.- ¡Vamos! ¡A algo podrá jugar! No se desesperen, solo digo que no deberían hacerla renegar…
- Por mí está bien mamá – concluyó Cami.
- Por mí también! – gritó casi chillando Damián, quién jamás sería menos que su ídola: su hermana.
- Ay! Mis queridos… no esperaba menos de ustedes – murmuró Sara con la misma cara radiante de orgullo que, minutos antes, habían tenido sus padres.
Milena no pudo más que admirar con todas las fuerzas de su alma a aquella familia. Todo aquello que había pensado durante su vida se veía opacado por este pequeño grupo de personas. De pronto se sintió casi una intrusa, un poquito sucia entre aquellos corazones impolutos. Y, sin decir nada, juntó la pava y se dirigió a la cocina a calentar el agua y cambiarle un poco de yerba al mate.
Sara miró preocupada a su cuñada. Se había mantenido por afuera de la charla y cuando se levantó su cara demostraba desazón. De manera que, aprovechando que sus hijos habían dado por concluida la conversación yéndose a jugar al living, la siguió haciéndoles, de pasada, una señal a sus padres para que se perdieran.
- Milena, ¿te parece mala idea todo esto?
- Yo… ehmmm… no. ¿Por qué lo preguntás?
- Porque estuviste seria todo el tiempo y parecías triste cuando te levantaste de la mesa. Además, vos sabés lo importante que sos para mí, para nosotros, para toda mi familia… Si algo de esto te molesta me gustaría que pudiéramos conversarlo.
Así era Sara, franca y frontal. Siempre le hacía frente a las cosas, nunca dejaba lugar a malos entendidos. Milena siempre había admirado a su cuñada.
- No, no es eso… es simplemente que de alguna extraña manera, de una forma muy amorosa, los envidio…
- ¿Nos envidias? ¿A quienes?
- A ti, a tus padres, la familia que han creado con Sebastian. Tienen esa forma de comprenderse sin palabras, solo mirándose a los ojos…
- Jajajaja, yo siempre los envidié a Sebastián y a vos!!!!
- ¿A nosotros? – dijo Milena estupefacta.
- Sí, ¡eran tan unidos! Sebastian te adoraba con locura. Si se lo hubieras pedido me hubiera dejado sin vacilar… para él eras su hermanita de oro. Yo nunca tuve eso, ni la complicidad, ni la incondicionalidad. Nunca tuve a alguien con quien hacer travesuras, escaparme de clases o lo que sea que hagan dos hermanos que se aman… me daban unos celos terribles cuando los veía reírse con compinchería recordando cosas de sus vidas, de esa vida que había tenido Sebastian antes de mí, de esa vida de la que yo no formaba parte.
- Pero… ¿celos? ¿vos? ¿de mí?...
- No de vos… de la relación que tenían. Vos tampoco me tenés envidia a mí, simplemente anhelás la relación que tengo con mis padres y los niños… pero ya vas a tener oportunidad de elegir la relación que quieras con los tuyos.
Yo sé que sus padres no eran como los míos, pero es porque los míos quisieron darme en su amor un poco de amistad adicional porque era hija única.
Sebastian y vos no necesitaban eso, ¡lo tenían entre ustedes!
Fijáte que Camila y Damián tienen esa relación conmigo, pero entre ellos son mucho más fuertes. Camila no me contará del niño que la lastime como yo le contaba a mi madre. Ella se lo dirá a Damián. Y quizás mi hijo salga estoicamente a buscar al muy ladino… y espero que, cuando menos, ¡le de un buen susto!
Milena se sintió aliviada de que Sara no se hubiera enojado, y porqué no reconocerlo: también se sintió muy estúpida.
- Oye, a todo esto: ¿Qué hay con el policía que te mira con ojitos de perrito apaleado?
- ¡¿Cómo?! ¿El oficial Suárez? - Ah ¡bueno! Sara, ¡no te me hagas la tonta! El tipo anda lánguidamente detrás de tu sombra… - Vos estás loca Milena, te hace falta un novio que amortice todo ese romanticismo que te brota de los poros! - Sara, no soy loca, ese hombre suspira tu nombre… - Milena – dijo Sara muy seria – soy una viuda y él el responsable del caso de mi esposo fallecido en un accidente vial. - Ajá, y por eso está decidido a ayudarte en todo. Incluso mintiendo sobre la identidad de Yamila… - No va a mentir. Nunca le dijimos quién es… - Ok. Engáñate todo lo que quieras cuñada, solo te diré que parece buena gente… y aunque es medio veterano para mí, está muy bueno. - ¡Pues ahí lo tienes! - De eso nada, no te quita los ojos de encima, pero “tú misma”.----
Yamila se restableció y se instaló en casa de los Volken. Fueron semanas muy arduas, la joven no tenía más que una pequeña maleta que había sobrevivido al choque, así que tuvieron que salir de compras para proveerla de artículos personales.
Milena se quedó un poco más de lo que tenía pensado para darles una mano, sin embargo sus padres habían regresado a su casa y los padres de Sara habían recobrado, en ese acto, su vida y su casa.
Al principio fue muy difícil contener a Yamila que cada vez que se tropezaba con una foto de Sebastian se largaba a llorar, y los niños la miraban entre confundidos y dolidos. Y la pobre Sara se vestía de mártir, se tragaba sus propias lágrimas y consolaba a todos.
En más de una ocasión Milena pensó en pegarle a aquella niñata, pero luego se tranquilizaba y recordaba las hormonas de una embarazada.
Pasadas unas semanas, la familia consiguió estabilizarse, volver a su cauce. Y Milena, no tuvo más remedio que regresar a su hogar a continuar consolando a sus padres. Era conciente de que cada vez había más gente en la casa, y eso significaba más trabajo para Sara.
Afortunadamente, el oficial Suárez las visitaba una o dos veces a la semana. Llevaba pizzas y helado. Mucho helado. Después del primer kilo y medio de chocolate, los pequeños comenzaron a adorarlo. Y todos, menos Sara y los niños, parecían mirar con suspicacia el cuidado y devoción que le profesaba a la viuda.
Pero Milena sabía, en lo más profundo de su ser, que aquél hombre nunca se propasaría con su cuñada. Parecía un buen hombre, con madera de marido, pero no haría ningún movimiento hasta que no creyera que ella estaba lista para avanzar.
Solo la asustaba un poco que los niños comenzaban a tenerle cariño, en pocos días se había convertido en su caballito, el indio al que perseguían y hasta en la compañera de té de Camila.
Poco a poco se fue retomando la rutina de la vida familiar. Solo a veces, a solas en el baño, Sara podía darse el lujo de llorar por su esposo, de extrañarlo, de hablarle con la esperanza de que él la escuchase. Y siempre se prometía que cuando todo aquello acabase, le dejaría los niños a su madre por unos 15 días y se buscaría un lugar retirado donde abrir su corazón y ver que había quedado allí de el.
Pronto, muy pronto, Yamila tendría a su bebé y ella podría irse un tiempo.
Había pensado mucho en esas semanas y había averiguado que la joven bien podría pedir un traslado a la universidad de la ciudad. Podría retomar los estudios y ella echarle una mano con algunos gastos a cambio de que cuidara de los niños por las tardes mientras ella trabajaba. Es más, si se ajustaba un poco podría alquilar un departamentito chico y vivir allí con su hijo.
Había hablado con una abogada amiga suya y era muy probable que pudieran hablar con la familia, negociar su emancipación. No era tarea fácil, pero si se daba con el juez indicado y el caso lo llevaba una leona del litigio como Andrea, las posibilidades de que no saliera bien, eran muy pocas.
Yamila se había ilusionado con la idea de poder moverse libremente, emancipada y terminar sus estudios. Ella y Andrea habían hecho buenas migas enseguida. Su amiga, a su vez, se ofreció a darle pequeñas gestiones como para que vaya aprendiendo a moverse en tribunales.
Todo parecía ir sobre ruedas. Si conseguían un trato con la familia, se podía hacer en un par de semanas, cuando mucho: un mes.
Estaba todo pensado.
Fueron semanas muy ajetreadas, que les permitieron a todos distraerse. Solo se revolucionaba todo cuando Max los visitaba. A veces la preocupaba ver cuan fácilmente se había incluido ese hombre extraño en sus vidas. Los chicos se divertían mucho con él.
Al principio había sido incómodo, pero finalmente él se había ido ganando el corazón de su familia. Hasta sus padres, quienes habían coincidido con él en alguna visita, lo hallaban generoso y tierno.
Ella no tenía tiempo de ponerse a especular sobre las intenciones de Max. Aún recordaba las palabras de Milena, pero no podía centrarse en ese momento a dilucidar sus sentimientos o lo que le producían los sentimientos de él.
Las semanas se convirtieron en meses y pronto se encontraron con los últimos preparativos.
Con las gestiones de Andrea, habían acordado con la familia de Yamila que ella no regresaría a su ciudad natal a menos que estuviera casada y ellos le enviarían dinero por dos años más, hasta que cumpliera la mayoría de edad. Al fin era libre. Y pronto tendría a su bebé.
Toda la familia estaba nerviosa. Los niños querían quedarse por siempre con la madre y el niño y le rogaban insistentemente a Sara para que arreglaran una habitación para el bebé. O sino, estaban dispuestos a cederle el cuarto de los juguetes.
Ella suponía que Yamila preferiría gozar de su independencia recientemente adquirida, pero como era probable que hasta que se acostumbrara a su nueva vida necesitara de compañía, era aún muy pronto para invitarla a quedarse más tiempo.
El día tan esperado llegó como llegan todas las cosas que se sueñan durante mucho tiempo: con naturalidad. No era un día diferente a cualquier otro hasta que la joven rompió bolsa.
A partir de ahí, la familia entera se dedicó a llamar a las personas interesadas: Brígida y Ernesto, Milena, Andrea y Max. Mientras tanto, contaban cotaban minutos entre contracciones. Cuando llegaron a 10 minutos entre contracciones se dirigieron al hospital y una hora y media después, el bebé reposaba sobre el pecho de su orgullosa madre.
Era un varón.
- Se va a llamar Sebastián. – Fue lo primero que dijo Yamila, mirando a Sara con una cara cansada pero triunfal. Les debo más de lo que podrían imaginarse.
42 comentarios:
Alejandrosinfoto:
Nenaaaaaaaaa excelente y eso que escribiste con un ojo solo!!! pero como con tres cerebros!!!! pase de la angustia a la euforia, pero siempre con esa intriga, lo parió!!!
Geniaaaaa, un beso!!!
Kami: acabo de leer la séptima parte del cuento: realmente INCREÍBLE... ¿cómo sigue?
Besos!
ALE!: Viste lo que hace un ojo tuerto?! jajajaja
Eso se llama estar todo el día sin hacer nada y no estar acostumbrada... jajaja
WITCHIE: Que bueno que te haya gustado, por un momento pensé que había perdido "el toque" con tanto tiempo sin escribir!
Che, saben o que me extraña?
Que nadie se tomó la séptima parte como un final!
Por qué? Ya sé, no dice "FIN" al final, pero bien podría ser el fin, no?
Alguien sabe por qué no lo sienten como un final?
Cherry, espectacular, excelente... me encanta como está la historia....
No lo siento como un final, porque todavía no paso nada entre Sara y Max :D
Besote
cualquier parte podría ser el fin, Cherry; la séptima, la octava o la novena
es impresionante como sigue imaginando cosas, y no se agota su creatividad (aunque para mi gusto no le vendrían mal un zombie o dos, o algo así; se anima a escribir un cuentito así? algo de horror, en un castillo transilvánico con una heroína desmelenada escapando de un vampiro, por ejemplo)
pero volviendo a esta historia, espero que no le pase como a un tío mío que después de haber escrito las tres cuartas partes de una novela no sabía como terminarla así que escribió 'y cayó una bomba y murieron todos' (es verdad; aunque nunca pude leer la novela)
VANI: Me temía que los corazones románticos iban a decir algo sobre Max y Sara... che, en serio, si Sara fuera su vecina y a los 3 meses de morírsele el marido en un accidente de tráfico la mina se amanece con otro... no les harían cosquillitas las orejas?
jajajaja
pero bueno, es un cuento no? Y en la fantasía todo es posible! Hasta que Sebastián se levante cual zombi de su tumba (para ud. sokon) y persiga a los amantes cada noche... jajajaja
SOKON: Sí que me le atrevo a una de SCI FI... algo tipo un cuento de "Pesadillas y Alucinaciones" que no me acuerdo el nombre, pero el tipo se enferma toda la noche con una especie de cucaracha... no sé, lo leí hace mil años, voy a ver si lo encuentro y le digo cual es!
Sabe cual es el problema? Los cuentos de SCI FI no son fáciles. La gente cree que un zombi acá, un cerebro allá y un gato negro, hacen un cuento... pero conseguir un episodio de "The Twilight Zone" es muy dificil...!!!
Por cierto, me alegra mucho ver que algunas de las letras uruguayas aún no se han ido. Mande muchos saludos a los demás muchachos de la troupe!
Cherry, ja... por ese lado tenés razón... pero, yo no espero que pase ya... puede pasar:dos años después... y entonces chan!!!!!! besos
cherry, de ese libro yo recuerdo un cuento sobre un dedo que sale de la pileta del baño o algo así
en ese mismo libro hay una historia de zombies muy interesante, una mujer va a dar a luz a una isla para estar a salvo de la plaga zombie; en ese cuento hay una transcripción de una lucha con zombies en un satélite en órbita; el mejor cuento del libro; junto a Crouch End (que creo que también estaba ahí)
tomo como un proyecto personal conseguir que ud. escriba un cuento sobrenatural o de sci fi :-)
Tiene un solo ojo, Cherry???
Dígame que es algo místico...
Discúlpeme, Vani33. Pero no me parece que camuflado entre tanto elogio, deje caer un "no lo siento como un final porque todavía no pasó nada".
Eso es descortés.
Sokón, por qué siento que cada vez que me encuentro con usted, está pidiéndole a alguien que escriba algo?
VANI:
No es mala idea la suya de "...y "x" meses/años después..." :-P
SOKON: No sé si no es el cuento del dedo móvil fíjese...
Ese libro me acompañó muchas noches y lo adoré... lo había sacado de la biblioteca provincial que era la más grande de la ciudad. Tuve que asociarme porque no había presupuesto que se bancara mi forma compulsiva de leer... y sigue siendo así! - pero ahora los bajo de internet :-D
Bueno, insistame cuando acabe éste cuentito largo y por ahí me animo a un cortito de SCI FI :-D
Sabe? La única vez que escribí uno de sci fi, tenía unos 12 años y lo hice para participar de un concurso infantil que declararon desierto (me debo haber presentado yo sola jajajaja). Por cierto, no era muy bueno... solo recuerdo que era de una familia en que el padre se cortaba el brazo con una sierra y moría desangrado, pero volvía como zombi o fantasma (eso no lo tengo claro) a perseguir a su propia familia...
ZETA: Siiiiiiiiiiiiiii, nuestro Zeta ha vuelto!!!!!!
(se oye el canto angelical del aleluya entonado por una docena de querubines...)
No, no es místico Zeta, veo de un solo ojo... el otro está casi cerrado por una conjuntivitis galopante :-(
Y lleva razón: tanto escribe una para que le digan que nada ha pasado!!!
(cachis...)
(juassssss)
Y sokon siempre pide que escribamos, su función es la de musa... :-P
Oiga, sepa que me ha dado un alegrón muy grande al darse una vueltita por acá!!! Se lo extraña y se lo quiere bien, mi querido!
Besos for everyone...
Z: yo también lo quiero tanto!
cuando va a seguir con la fiestonga? no se si le dije, pero me gustaría leer algo que ud. haya escrito recientemente
Cherry: notable su zombie leñador; yo creo que se podrìa contar la historia de caperucita pero poner al leñador de su cuento (convertido en zombie)
Qué pena, cherry. Aproveche aunque sea para como trabaja su cerebro tridimensional en un mundo plano. Deberían pasar cosas raras, como sucede en Flatland. Imagine a una criatura que vive confinada a un plano, viendo como el movimiento de un cuerpo esférico. Sólo podría percibir la intersección dinámica de esa bola con el plano. Algo que aparece, cambia de forma, desaparece. O tal vez, directamente no aparece nunca.
Después, si tiene suerte lleve esa analogía más allá: algo similar le pasa a su alma multidimensional cuando vive apegada a un cuerpo de tres dimensiones (matemáticamente dicho esto, aclaro).
Caperucita Roja es un nombre peculiar. Bastante. Está claro que hay una lectura mística en esa historia.
¿Es algo alquímico sokón? ¿La idea del zombi leñador era para potenciar esa lectura o era sólo por romper el cuento a ver qué pasa?
(yo lo quiero tanto que ni se imagina)
(o sí, debería)
Z: Solo por romper el cuento a ver que pasa. ;-)
La verdad es que me pareció una manera de aprovechar la carga emocional de Caperucita para expresar el horror del cuento propuesto por Cherry.
Horror que consiste, por otra parte, en descubrir que uno de tus seres queridos es en verdad una amenaza. Un registro de siniestro a caballo de un cuento infantil.
También metería animalistos del bosque que parecen amistosos y tiernos pero tienen una agenda personal incomprensible para Caperucita.
También porque creo que Cherry y Caperucita tienen algo en común, anuque más no sea el color.
Alesinfoto:
Cherry, ahora que leo a Z y S voy a reeler el cuento desde otra optica... monocular y politeísta, tal vez el niño es la reencarnación(tomando el camino más corto) del lobo oculto del marido de Sara...
Mejor largo el té con limón, me va a dejar resaca por la mañana.
Besos!!! lo parió con Sokon y Zeta le sacan el jugo perdón la tinta a tu escritura!!! Me inclino con humildad y beso a cada uno su anillo!
Mi querido Zeta, creo que me las arreglo bastante bien aunque no vea una mierda... jejeje
Sobre la versión bizarra de caperucita, me tienta poco... ya de eso se ha hecho mucho... unos la vuelven tenebrosa, otros porno... bah!
Yo tengo algo de caperucita, sokon? curioso, siempre me imaginé más como la bella durmiente o la bella y la bestia jajajaja
Ale, sí, va a tener que ponerse los anteojitos de calculín porque los muchachos se vinieron filosos!!! :-D
Que cosas mira, cherry? Caperucita roja porno? Donde dan eso?
Yo conozco solamente 2 pelis que usan, vagamente, el tema de caperucita. Una es En compañía de lobos, sobre licántropos precisamente.
La otra es Freeway con Kiefer Sutherland y Reese Wetherspoon, con Kiefer haciendo del lobo, una especie de asesino en serie que levanta jovencitas en los autos.
No pienso que el cuento esté gastado para nada porque cada uno tiene a) una versión distinta del cuento, un recuerdo distinto y b) una serie de cosas para decir que las podría decir a través de las variaciones de esa historia.
Ah, la versión original creo que tenía algún contenido sexual ya que caperucita se acostaba en la cama del lobo con una moraleja evidente.
Entonces ud. no cree tener nada de caperucita? Es un personaje muy astuto, y ud. es astuta. Es un personaje familiero. Y ud. es familiera (creo). Como recuerda ud. ese cuento?
Caperucita no es astuta. Si lo fuera sabría que su madre tenía razón.
Caperucita no es familiera. Si lo fuera sabría que su madre tenía razón.
Cherry sabe que su madre tiene razón.
Por otro lado, en cuanto al apellido, me parece que probablemente sea Rojas y no Roja. Roja es una de las variaciones más comunes de Rojas, junto con Rojo.
Supongo que el nombre, Caperucita, alude a lo que usted dice, sokón, de que se suponía astuta.
Y, evidentemente, si se tiene que llamar así, es porque muy muy despierta no es.
Lo que viene a quedar claro al dudar de que un lobo pueda ser su abuela.
Si hay personajes para porno acá, sokón, son la abuela y el leñador. Pero caperucita y el lobo no. Ahí hay otra cosa; hay hay una verdad por descubrir, sokón.
Otros que podrían servir son los viejos de caperuza. ¿Tenía padre?
Mi querido Z, a veces ud. piensa con una profundidad y una claridad notables, con una honestidad intelectual y ética y una brillantez que me dejan admirado y me inspiran.
Pero esta no es una de esas veces.
Está claro que Caperucita sabe que su madre tiene razón, pero no le importa. Igual se sale con la suya, juntar florcitas y arreglárselas para que otro hombre destripe al lobo que es capaz de cualquier cosa (hasta trasvestirse) por ella.
'Abuelita, pero que orejas más grandes tienes!'
Se da cuenta, Z. Hasta lo humilla al pobre lobo, que se la tiene que bancar como un duque.
En otros círculos, a Caperucita la llamarían una MM. (No, Cherry, no se preocupe; ud. no es una MM).
'Caperucita roja', por otro lado, y me extraña que se le haya escapado, puede ser una excelente descripción del prepucio. Es claro que ella eligió ese apodo después de ver algún adolescente masturbándose en el bosque.
Hay hay.
lo quiero tanto, Z
Yo coincido con Zeta en que Caperucita no me parece astuta en lo absoluto, me parece que la venden bien de idiota... la ingenuidad personificada...
No le hace caso a la madre, se detiene a boludear en el camino, habla con extraños y finalmente por su papafritéz el lobo se come a la abuela.
Que el leñador entre y se la saque al lobo de la barriga es la parte más bestia del cuento... aunque el hecho de que se la coma tampoco es para niños...
Un espanto de cuento...
El componente porno? bueno, habría que analizar seriamente si existe la pornografía... es un tema muy largo para debatir... Pero el cuento contiene elementos que pueden ser utilizados para erotizar, sin lugar a dudas...
Y sí Zeta: mamá "casi" siempre, tiene razón. Más sabe el diablo por viejo que por diablo :-D
Sí, I agree.
el hecho de que se la coma tampoco es para niños
socón dixit
Or he should
conocí una muchacha que decia 'comer' cuando quería decir 'coger'
después de un rato de que hablaba de que todos comian con todos yo pensaba 'pero que educados, todos tienen la delicadeza de comer con otros, y hasta se ponen suceptibles si alguien que acostumbra comer come con otros u otras'
se comieron a caperucita?
Me gustó papafritéz, con tilde y todo.
Me recordó.
Ya dejaron de tomarse todo con connotaciones sexuales? jajaja
Vea Zeta, espero que no haya querido sugerir que sokon se la come...!
Vea sokon, cuando digo comer... como. Y mucho.
Cuando digo coger, digo coger y bien alto. Y muy bien, sí, modestia aparte.
Así que cuando dije que el lobo se comió a caperucita, dije exactamente eso... aunque, el lobo es un componente erógeno para aquellos que puedan disfrutar de la zoofilia... si a ud. le place, yo miro para otro lado jajajaja
Zeta, no me joda que lo mejor que sé hacer es recordarle ese video! Oh my gosh... voy a encerrarme en un armario a comer un pote de dulce de leche!!!!
Hablando de Caperucitas Rojas, veo que la india no acude más a su blog, cherry.
Mande le saludos si lavé.
Sabe, Cherry, me hacía acordar a otra cosa, pero no me acordaba bien qué era.
Cuando la leí decir que le gusta coger y lo dice bien alto, pensé cuan deserotizante resultaba eso, pero tenía un recuerdo imperfecto de algo que no acababa de recordar, y que me hacía dudar.
Y lo recordé.
Era la cueva Trophonius, de la que todas las criaturas salían con melancolía. Pero no de la cueva clásica, sino de un émulo, construido por el libertino satanista Sir Francis Dashwood, fundador del Hell Fire Club.
Sobre la entrada de esta orgiástica cueva, rezaba la inscripción: Todos los animales después de las relaciones sexuales sienten melancolía, excepto el gallo de corral o aquellos que se placen en revelarlo.
(Para aquellos que ya se imaginan esta inscripción en inglés, y tratan de encontrar otro significado a «gallo», me apuro a decirles que la inscripción estaba en latín, como corresponde al siglo XVIII en que fue grabada.)
Ya que vine, agregaré que esta cueva estaba en el parque circundante a la abadía de Medmenham, que Dashwood había comprado y adaptado a sus propósitos.
Y aunque algunos autores sugieren que la elección de esta abadía se debe mayormente a comodidades geográficas, investigaciones personales me sugieren, en cambio, que tal circunstancia debe más a ciertas prácticas malditas que pudieron desarrollarse allí en el pasado, que a otras causas.
Ahora, vuelvo a mi lugar, no sin comprender, al cabo de este comment, que mi conjetura observación inicial no está en contradicción con la máxima de Dashwood, y que, al fin de cuentas, la melancolía post mortem no es un precio demasiado alto.
Zeta, le resulta deserotizante que una mujer se sienta lo suficientemente plena a nivel sexual como para afirmar sin vergüenza que le gusta el sexo?
Vaya... (!)
(eso sí que me sorprende de ud.)
Con respecto a la petit morte, desde luego que hay un momento mágico, íntimo, lleno - repleto - completo de vida, y luego, un instante de muerte. De pequeña muerte, que puede producir melancolía. Es perder el segundo en que se tocó el cielo con las manos, es alejarse del instante en que nuestra alma comulgó con el cielo, o con la perfección, o con las dos cosas juntas.
Pero es apenas eso: un instante, un suspiro, y después sabemos que estamos vivos, que somos carne y alma, que "la luz" existe.
Y si eso me lleva al mismo infierno, con gusto iré.
Ahora y haciendo un punto aparte. Cada cuál vive su sexualidad como más le guste. Yo soy naturalmente monógoma y culturalmente romántica. Razón por la cuál pueden pasar muchos meses en los cuáles aunque me encante tener sexo, pueda no tenerlo (como sucede desde hace un tiempo).
Mi plenitud sexual, esa que me enorgullece y a ud. lo deserotiza, debe venir de la mano de un sujeto especialmente elegido por mi corazón. Mis valores eligen la fidelidad, admiración y ocasionalmente devoción. Creo que ser pleno en este aspecto, no necesariamente implica promiscuidad.
Para algunos sí, para otros no. Es una forma de sentirlo para todos, pero con infinidad de formas de vivirlo o experimentarlo.
Y se puede ser pleno sexualmente, aún en períodos de abstinencia voluntaria... no habla de cantidad de veces, sino de calidad, no habla de cantidad de compañeros sexuales, sino de lo que se siente con ellos.
Tanto asusta eso?
"desde luego que hay un momento mágico, íntimo, lleno - repleto - completo de vida, y luego, un instante de muerte. De pequeña muerte, que puede producir melancolía. Es perder el segundo en que se tocó el cielo con las manos, es alejarse del instante en que nuestra alma comulgó con el cielo, o con la perfección, o con las dos cosas juntas."
Es exactamente como me siento cada vez que se me terminan las milanesas.
No sé si asustan esas cosas. Yo lo digo sólo porque me gusta el misterio en muchas cosas.
SOKON: El problema no es que eso le pase cuando se le acaban las milanesas... sino que SOLO le pase cuando se acaban las milanesas... jajajaja.
ZETA: Está bien, es un punto de vista.
A mi criterio el misterio no debiera de ser si uno disfruta plenamente de su sexualidad o no, sino más bien me parece que el misterio debe pasar por otro lado... No sé, la sexualidad es una parte importantísima de las personas y uno de los pilares de cualquier relación amorosa. No me parece siquiera bueno que sea un misterio si se siente en plenitud... así es como cientos de hombres se enteran después de 10 años de pareja que su mujer nunca tuvo un orgasmo...
En una oportunidad, en una terapia de pareja, el señor se puso de los nervios cuando en mitad de la sesión la mujer expresó esto... y tuve que contenerme para no sonreirme cuando lo escuché decir: "Pero si tenemos 2 hijos!". Como si la reproducción fuera parte de la sexualidad... a veces hasta ahí llega "el misterio" que mantienen los hombres sobre la sexualidad de la mujer... Por no mencionar que en muchísimos casos y por nunca hablar de estas cosas, la mujer se calla de cosas que no le gustan y el hombre que no es adivino las repite año tras año... y quizás no, otras que ella verdaderamente disfruta.
Pero bueno, como ud. dice, es mi punto de vista, nada más.
Que dice Z, Sokón, como andan?
Gracias Zeta por los saludos, ahora que lo pienso jamás me los entregaron.
Cherry, 7ma. parte?
Yo voy a opinar cuando lea "FINAL".
No me va leer cada tres meses.
NU E AZI!
Sokón terminó su novela?
Y usted Z, en que anda?
Indiluz
Je, asi me bautizó Elida, ta bueno, no?
Cruzo los dedos, espero que gane Tigre, sabían que hoy se juega la final del apertura, no?
Cherry: yo tengo una relación muy estrecha con las milanesas. ;-)
INDIANA: Perdone ud. que no le entregué los delicados saludos de nuestro querido Zeta, pero como ud. sabe ando con un millón de cosas en la cabeza y ya rozando el burn-out laboral. Se me pasó, no tengo perdón de los Dioses.
Usted espera que ponga "fin"? Caramba! Bueno, como hoy hace un calor de los mil demonios y me siento bastante mal (presión por el suelo), es probable que me encierre con el aire acondicionado y le ponga "FIN" como usted quiere :-P
SOKON: Me parece fantástico, yo también tengo una relación muy estrecha con las milanesas y añado que con la sopa me pasa lo mismo. Y en los últimos meses, es "con lo único que me pasa" jajajaja. Triste: pero real.
Ya vendrán tiempos mejores...!
(I Hope!)
:-D
por dios! anoche soñe con usted Z
y con moria casan.
tedibleeee sueño el mio.
le dejo un saludo, algún día lo leerá.
besos y que pasen una hermosa navidad, usted junto a su gente amada.
Tambien para usted sokon junto a la malvada y el deseo que cherry termine su cuento para el 2.010.
besos
india
Ohhhhhhhhh India!!
Felicidades para usted y su familia y para Cherry y para Sokón y para los Anónimos y todos.
Cómo habré salido en ese sueño! Ya que usted no me ha visto jamás.
No lo sabré nunca.
Besos.
Actualice cherry.
felices navidades para todos!! y por si las dudas, próspero 2009!!
¿te gusta 'El guardián entre el centeno' de Salinger? Me ha dado la impresión de que el tono de tu escritura refleja un poco el estado de ánimo del protagonista. Es uno de mis libros preferidos. Yo estoy escribiendo un libro sobre un vampiro. Me encanta la novela gótico-romántica y la idea de inmortalidad como castigo.
Hola ALBERTO: Bienvenido!
Honestamente, no he leído "El guardián..." de J.D.Salinger. O al menos no recuerdo haberlo hecho... cosa que me está pasando demasiado a menudo, razón por la cual estoy releyendo un montón de libros que leí hace una década y de los que tengo apenas un vago recuerdo...
Curiosamente, sí recuerdo haber leído "El cazador oculto", pero no es el que mencionas.
Tendré que leerlo como para que podamos debatir si es mi estado de ánimo o no :-P
Pero, mientras tanto, podrías explayarte y contarme que aspectos de mi escritura te lo hacen parecer... personalmente, estoy profundamente interesada en tu impresión.
Por otro lado, es muy cierto lo de la inmortalidad como castigo. Hay mucha literatura al respecto, pero quizás lo que se me viene inmediatamente a la memoria es una película: "El hombre bicentenario". Hay una escena donde casi puede palparse cierto dolor por esa vida tan increíblemente larga en busca de la humanidad. Todo lo que aquella empresa le había llevado y las múltiples pérdidas que tuvo que soportar para ser reconocido como ser humano.
Esta película que nos remite a 1976, y a un brillantísimo e inigualable Isaac Asimov, deja subyacente un tema en el que antes se extendieran H.G.Wells y H. Rider Haggard en el personaje de un chamán en "Las minas del Rey Salomón" y en el personaje de la Princesa Ayesha de "Ella".
Todos concluyen básicamente, en que la inmortalidad es un espanto, casi una corrupción. Lo mismo pasa en "El retrato de Dorian Grey".
El vampirismo como castigo, lo leí recientemente en una serie de libritos, bastante interesante en algunos pequeños conceptos, pero que no dejan de ser literatura de aventuras o ficción. Personalmente, disfruto mucho de ella, en determinados momentos... en los que soy incapaz de leer algo muy profundo o complejo. Si los encuentro le paso el dato.
Hay uno interesante sobre vampirismo, que son creo que tres libros de la Serie "El Círculo" de Nora Roberts (pertenecen a estos que le menciono arriba). El primer libro se llama "La Cruz de Morrigan". Fíjese si le interesa, aborda la ficción desde los celtíberos medievales, con Lilith a la cabeza.
Besos!
Dije celtíberos, pero no lo son. Son celtas a secas. JE! Me confundí de historia... pero todos los demás datos son correctos :-D
Te lo confirmo yo Cherry, no lo leíste.
"El guardián entre el centeno" de J.D.Salinger
Caso contrario tu vida sería distinta!
Ja... el tema es (Yo si lo leí, te aclaro que el primer regalo que me hizo el Chachus fue ese M A R A V I L O S O libro")...
Ah, por cierto me lo regaló para mi cumple, pero no el último sino el primer cumple que pase con él, ahora no me regalo nada de nada.
Bien volviendo a Zetungui!...
Je lo volví a soñar!
Porque carajo lo sueño?
Ver Cherry vos que sos la PITONISA pensante aquí, porque uno sueña con alguien que no conoce?
Z, aunque no lo haya visto ni por puta, sabe que?
Yo lo imagino en cuerpo completo incluso su cara, el color de su pelo, etc.
Le debo estar pifiando mal, porque soy de soñar adonis, en mis sueños usted siempre es conflictivo, siempre es usted un drama, pero sale bien parado.
En el anterior sueño se quedó con la dama (la dama era Moria Casán) en este sueño volvió a quedarse con la dama (la dama era Andrea del Boca).
Si, es re-loco que lo sueñe con mujeres de la tv.
que se yo...
Besos
India
Ah, por cierto, recibieron regalos de Reyes?
Yo si.
Por algo será.
Digo, si recibieron regalos como yo o si NO recibieron regalos.
Por algo será...
Yo me lo merecía. ;)
Listo India: No lo leí entonces. Ahora estoy releyendo "Tiempos difíciles", quizás lo agende para después.
Yo no recibí nada por reyes Indiana, le digo más, yo misma (encargada de todos los regalos navideños), compré mi propio regalo... pensé que alguien se iba a iluminar y me iba a comprar alguna pavada... pero no! Y bueh, al menos algo me regalé...
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